El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, advirtió ayer de que «una hipotética quiebra de Grecia se contagiaría a otros cinco países entre los que estarían Portugal e Irlanda, aunque también Italia y Bélgica, e incluso antes a España». Juncker, en unas declaraciones en una entrevista al semanario alemán Sueddeutche Zeitung, añadió además que «estamos jugando con fuego». Explicó que «de haber obligado a los acreedores privados a participar en el nuevo rescate griego habría sido considerado como una suspensión de pagos por las agencias de calificación, lo que habría tenido pésimas consecuencias para Europa en su conjunto».
Estas declaraciones se producen después de que el viernes la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunciaran que el segundo rescate de Grecia, que se ultimará probablemente en julio, incluirá la participación de los acreedores privados sólo a título voluntario.
Este nuevo plan de ayuda, que estaría en vigor hasta 2014, podría tener un montante entre 60.000 y 100.000 millones que se repartirían en principio dos tercios a cargo de la Unión Europea y un tercio para el Fondo Monetario Internacional, a lo que se añadirían los ingresos que obtenga la propia Grecia por la vía de las privatizaciones y las hipotéticas aportaciones de los inversores privados (bancos, aseguradoras y fondos de pensiones).
La canciller pidió ayer en Berlín, en el marco de un acto de su partido político, la CDU, una «participación sustancial y cuantificable» de los acreedores privados aunque «sobre una base voluntaria».
La insistencia alemana de las ultimas semanas de que se debe ayudar a Grecia no sólo con dinero de los Estados, o lo que es lo mismo, de los ciudadanos se debe a la idea de que los bancos, acusados de haber provocado la crisis financiera que derivó en económica, deben también ayudar a pagar la factura.
En este contexto los ministros de Economía del Eurogrupo se reúnen esta tarde-noche en Luxemburgo para estudiar si Grecia ha hecho los ajustes necesarios para tener derecho al quinto plazo, de 12.000 millones de euros, pertenecientes al primer rescate de 110.000 millones de euros concedido en mayo de 2010 tanto por la Unión Europea como por el Fondo Monetario Internacional. Los ministros también discutirán sobre el futuro Mecanismo de Estabilízación Financiera (ESM)
Si Grecia no recibe estos 12.000 millones de euros, lo que no parece probable dado que la misión de la troika BCE-UE-FMI ha realizado un informe favorable, a principios del próximo mes de julio el país entraría en quiebra al no poder hacer frente a los vencimientos de deuda. Cabe recordar que Grecia tiene una deuda equivalente al 157% de su Producto Interior Bruto, la más elevada de toda la Unión Europea.






