El primer ministro socialista Yorgos Papandreu solicitó ayer al Parlamento griego el voto de confianza para su nuevo gobierno y para el próximo programa de recortes , restructuraciones y privatizaciones imprescindible para evitar la bancarrota del país. Será a medianoche del martes cuando se efectuará la votación, que será nominal y pública. El voto de confianza está asegurado por los 155 escaños socialistas (delos 300), pero Papandreu continua buscando el consenso.
Ayer anunció un referendo en otoño sobre las reformas y recordó que nadie en el extranjero (refiriéndose a la UE y al FMI) escuchará las propuestas, exigencias o críticas de los griegos si no se corrigen antes sus errores. Afirmó que está en manos de los griegos el futuro de la deuda pública y que la posibilidad de una bancarrota desordenada con una salida precipitada de la zona euro sería catastrófica para el país.
Mientras, la compañía estatal de electricidad DEI ya ha anunciado a partir de mañana huelgas de 48 horas, lo que puede provocar problemas en el tendido electrico y los sindicatos mayoritarios huelgas durante la votación de las reformas.







