«Vi un chorro de sangre muy grande y me llevé un susto tremendo, aunque por suerte no rompió la femoral». Son palabras del novillero Antonio Espaliú, que sufrió una dura cornada de 25 centímetros en el triángulo de Scarpa anteayer en la Maestranza. El joven espada hispalense se recupera en la clínica Sagrado Corazón de Sevilla, donde pasó la primera noche sin fiebre aunque con las molestias lógicas de semejante «tabaco».
También con dolores se encontraba Conchi Ríos, quien resultó herida en el muslo derecho en la plaza francesa de Rieumes en un domingo negro que se cebó con los más noveles. «Aquellos segundos colgada del pitón se me hicieron eternos y pasé miedo», confesó la novillera murciana, que abandonó ayer el país vecino para continuar la recuperación en un hospital de su tierra. Su objetivo es reaparecer el 10 de julio en Las Ventas.
Por otra parte, el rejoneador Sergio Vegas, corneado de gravedad en el pecho el 19 de junio en Granada, dejó este lunes el centro sanitario para seguir recuperándose en su domicilio vallisoletano. También fue dado de alta el matador Javier Solís, herido en la zona torácica en la Feria de Badajoz.