Por mayoría socialista, en votación pública, nominal, y por los pelos, el Parlamento griego aprobó ayer al mediodía el nuevo programa de recortes y privatizaciones. Finalmente, todo el grupo socialista votó sí, A excepción de un único diputado, contrario a las privatizaciones y que fue expulsado inmediatamente después del partido, y contó además con el inesperado apoyo de la diputada conservadora, Elsa Papadimitriu. En total, sumaron 155 votos a favor de los 151 que necesitaban para sacar adelante el programa por mayoría.
El primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandreu, criticó a Europa momentos antes de la votación, probablemente con la intención de conseguir los últimos votos dudosos de los socialistas. Anunció además que se negociaría cuidadosamente las futuras privatizaciones de las compañías de aguas de Atenas y Tesalónica y el de la eléctrica DEI —los casos más conflictivos—, y recordó a los parlamentarios que ha sido la propia Europa quien «ha dado un voto de confianza a la Grecia del mañana».
Papandreu explicó en su intervención que con estos recortes los griegos tienen la posibilidad de elegir entre una Grecia con un enorme estado clientelista, consumidor, corrupto y con déficit, y otra Grecia caracterizada por la transparencia y el esfuerzo para salir de la crisis. El primer ministro insistió además en que no hay un plan B. «Sólo existiría para el resto de los socios europeos. Si los griegos decidiéramos nuestra bancarrota, buscarían salvarse ellos», aseguró. En su opinión, este programa es una forma de ganar tiempo para que el país salga de la crisis y corrija los errores cometidos: «O votamos al cambio, o vamos hacia la catástrofe», profetizó Papandreu refiriéndose a la inevitable suspensión de pagos que habría tenido que declarar el país de no haberse aprobado el programa de ajustes.
Ley marco
Tras la «victoria» de ayer, se da por seguro que hoy en la votación de la ley marco que necesita este programa, se obtendrá el mismo resultado. Es decir, se espera que el próximo domingo el ministro de Finanzas, Evanguelos Venizelos, pueda anunciar a los miembros del Eurogrupo que su Gobierno tiene el voto de confianza del Parlamento y ha aprobado el programa de reformas y la ley para su aplicación.
El Estado griego espera ahora recibir la quinta parte del rescate, 12.000 millones de euros que le permitirán pagar sueldos y pensiones de funcionarios a partir de julio. Venizelos ha dejado claro que el Ejecutivo griego está dispuesto a negociar y a discutir el futuro del rescate griego con los demás partidos. Y ha hecho un llamamiento para encontrar personalidades dispuestas a participar en la comisión de privatizaciones, en el comité de reformas fiscales y otros grupos de trabajo.
El «Programa a medio plazo», como se le conoce en Grecia, pretende conseguir 70.000 millones de euros entre 2011 y 2015 y se espera que este año reduzca el déficit al 7,5% del PIB y a menos del 3% a finales de 2014. La previsión del titular de Finanzas es que a finales de este verano termine la negociación del nuevo programa «con nuestros socios de la Unión Europea (Comisión Europea y Banco Central Europeo), con el Fondo Monetario Internacional y con la participación de inversores privados», aseguró.
Durante el debate parlamentario anterior a la votación, desde la oposición recordaron que el plan de rescate de mayo de 2010 fu un fracaso y no consiguió sacar a Grecia de su crisis financiera.
Los violentos altercados, que dieron comienzo en la céntrica plaza de Sintagma, cerca del Parlamento griego, se extendieron por otros barrios de Atenas a medida de que pasaban las horas, ya que la Policía se esforzaba en echarlos de allí. Los antidisturbios se emplearon con contundencia, lo que provocó numerosos heridos.
Las nuevas medidas de recorte han enfurecido a muchos griegos que ven cmo su nivel de vida se reducirá, especialmente aquellos que trabajan o cobran una pensión del Estado.







