El pequeño, hijo único, era nieto de Claudio Ávila, el conocido empresario toledano secuestrado y asesinado en 1984. Layos decreta tres días de luto
Día 04/07/2011
Conmoción en Layos y en Toledo capital, donde la desgracia ha llegado este fin de semana a una familia.Un niño de 14 meses de edad, Eduardo A.G., murió el pasado sábado por la tarde en el Hospital «Virgen de la Salud» de Toledo a causa de las graves heridas que le produjo un perro cuando el pequeño se encontraba pasando el día en el chalé de su abuela, situado en la localidad de Layos.
El pequeño, hijo único y nieto de Claudio Ávila, empresario toledano cuyo secuestro y asesinato en 1984 saltó a las primeras páginas de la actualidad española, compartía la jornada con su abuela cuando fue atacado por uno de los dos perros de la familia, al parecer de raza bóxer, en el jardín.
Los hechos, que están siendo investigados por la Guardia Civil, ocurrieron en la mañana del sábado, con la abuela como único testigo. Según explicó a ABC el alcalde de Layos, Rafael García-Patos, varios vecinos escucharon gritos y peticiones de socorro por parte de la propietaria de la vivienda, por lo que inmediatamente acudieron al lugar de los hechos. Incluso, uno de ellos saltó la valla que rodea la vivienda para llegar más rápido al origen de la alarma, pero nada pudo hacer pues el niño ya había sido atacado por el animal.
Al entrar en el jardín, este vecino se encontró con la abuela con su nieto ya en sus brazos y muy malherido, aunque no pensaron que las lesiones llegaran a alcanzar tanta gravedad. Se especula también con la posibilidad de que fue cuando la abuela tenía en brazos al niño cuando el perro, escarbando la tierra y saliendo al exterior de la zona donde estaba guardado, se avalanzara sobre el bebé, agrediéndole. Tras avisar al Servicio de Emergencias 112, se desplazaron al lugar del suceso un equipo médico del Centro de Salud de Polán y una ambulancia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) desde Toledo. En ella trasladaron al pequeño al Hospital «Virgen de la Salud», donde ingresó sobre las 12.00 horas. Seis horas más tarde, el niño fallecía por una parada cardiorespiratoria mientras era intervenido de las graves heridas, que le afectaron al hueso craneal.
Todo indica, según el alcalde, que fue un accidente. «A lo mejor el perro sintió celos del niño y le atacó», afirma García-Patos, quien hoy decretará tres días de luto en esta pequeña población de poco más de 500 habitantes y situada a diez kilómetros de Toledo.
Aunque ayer acudió a la vivienda para ofrecer toda su ayuda a la familia, el alcalde se encontró con la puerta cerrada. Y es que a mediodía se incineraron los restos del pequeño en el Tanatorio de Toledo.
García-Patos lamentó lo sucedido y aseguró que el pueblo está consternado por este trágico suceso en el seno de una familia muy conocida en la ciudad de Toledo y pueblos limítrofes, donde regentan un concesionario de coches.
Hasta el momento se desconocen las causas por las que se produjo este accidente, según manifestó el subdelegado del Gobierno en la provincia de Toledo, Francisco Javier Corrochano, quien espera que las investigaciones de Guardia Civil aclaren lo sucedido el pasado sábado en el chalé de Layos.
