El dramaturgo Fermín Cabal, socio de la SGAE que se ha rebelado contra la instauración de la nueva junta directiva y sus decisiones, rechaza totalmente la designación de Miguel Satrústegui como sucesor de Teddy Bautista, al que califica como «depredador de la cultura y cancerbero del PSOE. Viene a tapar los trapos sucios del PSOE», afirmó ayer a ABC.
Cabal, que valoraba ayer positivamente la marcha de Teddy Bautista, pero dejaba en suspenso su opinión sobre la constitución de la nueva junta directiva, «sobre la que han recaído graves sospechas». En su opinión, la junta «puede tomar dos caminos: aferrarse al poder y perpetuar el modelo de Eduardo Bautista, obstaculizando las investigaciones y protegiendo de esta manera a los necios y a los corruptos de la SGAE; o negociar con las otras candidaturas para crear una comisión unitaria», se mostraba, sin embargo, muy beligerante con el nombramiento de Satrústegui.
«El nombramiento de Satrústegui es innegociable», dice Cabal
En opinión de Cabal, la elección de Satrústegui proviene del propio Teddy Bautista, «nos ha dejado una herencia delirante. El nombramiento de Satrústegui es innegociable. Si se pone al frente de la entidad es algo gravísimo que no va a tolerar la masa social».
Junta provisional
Quien también celebró ayer la marcha de Eduardo Bautista fue la candidatura DOM, que encabeza José Miguel Fernández-Sastrón, «dada la gravedad de los delitos que se le imputan y el perjuicio que su permanencia en el cargo ocasionaba a la los 100.000 socios de SGAE. Era la única decisión posible». También insiste en que la junta directiva constituida ayer «no tiene ninguna legitimidad a la vista de los indicios de manipulación del proceso electoral detallados por el juez Pablo Ruz en su auto. Por ese motivo no consideramos ninguna decisión que se derive de ella».
En su comunicado recuerda que «la decisión final sobre la legitimidad de la junta recae en manos de dicho juez, que es quien debe tomar una decisión sobre el proceso. Por ese motivo, el equipo gestor actual está en una situación de provisionalidad que no le confiere autoridad para tomar ningún tipo de decisión».
DOM resta credibilidad a la junta «que ha basado todo su programa electoral en un seguimiento ciego a las propuestas del Sr. Bautista» para «prometer ahora códigos de buen gobierno, transparencia y democracia».
Por último, exige la celebración de una Asamblea General Extraordinario «para que sean todos los socios de SGAE los que tengan voz en una decisión que afecta al futuro de la entidad».





