Ricos y pobres. Jóvenes y mayores. Nueva Rumasa ha “atrapado” en sus redes a inversores de todos los estratos sociales. Incluso cuenta entre sus acreedores con varios famosos, que ahora se niegan a declarar sus créditos por miedo a que se conozca su identidad, según afirman distintos bufetes de abogados. También puede haber inversores que no quieren comunicar sus deudas porque compraron pagarés para blanquear capital.
El de Nueva Rumasa puede convertirse en uno de los mayores desfalcos del siglo. El informe concursal de Dhul ha demostrado que sólo esta compañía cuenta con un desfase de 750 millones de euros, cantidad que, a juicio de varios abogados, puede haberse embolsado la familia Ruiz Mateos de manera totalmente ilícita. La empresa de alimentación cuenta con 6.741 acreedores. Y podrían ser muchos más, ya que distintos inversores han optado por no comunicar sus créditos, para que no trascienda mediáticamente su identidad.
Desde Jausas Abogados, por ejemplo, aseguran que comenzaron llevando el caso de varios afectados de Nueva Rumasa. Sin embargo, cuando recomendaron a sus clientes ir por la vía penal y presentar una querella, afirman que muchos se echaron atrás por temor a que salieran sus nombres en la televisión como afectados por la empresa. “Somos conscientes de que hay varias personas de claro perfil público que figuran entre los acreedores del grupo”, comentan desde Jausas.
