En Vídeo
En imágenes
El director bosnio, ganador de un Oscar, estrena en España «Cirkus Columbia»
Día 15/07/2011
MADRID
Bosnia y Herzegovina, 1991, la guerra está a punto de estallar. Divko regresa a casa después de veinte años exiliado en Alemania. Vuelve con un Mercedes rojo, nueva novia, y Bonny, su gato negro de la suerte, buscando deshacerse de su mujer y su hijo. Cuando Bonny desaparece, toda la ciudad se pone a buscarlo, ignorando que están a las puertas de un gran conflicto. Una vez más, Danis Tanovic vuelve a retratar la guerra y sus protagonistas.
—¿Por qué volver al pasado?
—¡Uf! ¡Suena a psicoanálisis! Hice «En tierra de nadie» porque viví la guerra. Hice «L'enfer» porque me convertí en padre, y además siempre me gustó Krysztof. Y del mismo modo empecé a trabajar en «Triage» porque me encanta hablar de los reporteros de guerra. Esta película es porque quería hacer una película para mis padres, estoy nostálgico... probablemente me esté volviendo viejo. Empecé a recordar cosas bonitas y todo parecía.... mejor.
—¿Cuánto hay del libro de Ivica Dikic y cuánto es aportación propia?
—El libro de Dikic es una hermosa crónica de tres años de la vida, y esto son sólo dos semanas. Me enamoré del libro por el gato negro, empecé a desarrollar personajes y llamé a Dikic y le dije que trabajase conmigo. Al final, no sé, supongo que es una mezcla de mi experiencia, la suya, el libro... Pero la historia es completamente distinta.
—La guerra ha marcado tu vida y tus películas...
—Bueno, hablan de la guerra porque es una gran parte de mi vida... Ojalá hubiese nacido en Suiza, pero nací en Bosnia, y tenemos grandes problemas allí. Esto es lo que reflejan mis películas. No puedo, aunque quiera, escapar de ello. —¿Eres objetivo a la hora de proyectar una imagen del conflicto?
No. La objetividad no existe. ¿A caso eres tú objetiva? Hay una cosa que todo artista y periodista debe ser: ético. Si no tienes ética no tienes nada, porque la objetividad no existe. Tú has visto mi película... si te gusta (y eso es una emoción), vas a escribir bien sobre ella, si no te gusta, vas a escribir eso, no importa lo que yo diga. Eso es lo interesante. Esta cosa con la gente joven... mis estudiantes, por ejemplo, me hacen enfadar cuando no tienen una opinión. Quiero tu opinión, ¡en serio! «La película dura 97 minutos, fue producida por...» ¿A quién le importa? ¡Dime tus sensaciones! Eso es lo que significa ser humanos, tener una experiencia, pensar sobre ella, y dar tu opinión. La gente se convierte en grandes artistas cuando cuentan cómo se sienten.
—¿Qué mensaje pretendes mandar al público a través de los personajes de «Cirkus Columbia»?
—¡Mensaje! Uauuu... No me veo como Jesucristo, no. No soy un hombre con una misión... No te estoy diciendo cómo debes pensar, sólo quiero que pienses. En un mundo donde nadie piensa, donde prima lo instantáneo... pararse sólo por un momento y pensar sobre algo es suficiente.
—Has dicho que te enamoraste del libro por el gato... ¿qué historia hay detrás de todo eso?
—¡Soy una bruja! ¡Hago vudú por las noches! (ríe) En realidad me enamoré del libro por la gente que buscaba al gato, porque esta imagen de la guerra llegando, y un pueblo entero buscando un gato... me hizo tanta gracia... vi algo de Fellini en el libro.
—¿Y ahora? ¿Continuarás investigando la linea íntima y personal?
—Yo hago películas que significan algo, no voy a pasar un año de mi vida trabajando en algo que no me importa. Probablemente eso es por lo que se ganan premios, porque hablas de cosas que te importan.
