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Tras dar positivo por una sustancia prohibida —el diurético furosemida— durante un torneo disputado en mayo en Río de Janeiro, el brasileño César Cielo, no tiene asegurada su participación en el mundial. Campeón olímpico de los 50 metros libres y plusmarquista mundial de los 100 libres, está pendiente de la decisión que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) adopte el próximo 20 de julio.
Su drama empezó después de que la Federación Internacional de Natación (FINA) rechazara la punición aplicada por la Confederación Brasileña de Deportes Acuáticos (CBDA) a Cielo y otros tres nadadores. La advertencia sugerida por la CBDA provocó la reacción de la FINA, que defiende un castigo más severo. La sanción puede llegar a una suspensión por dos años de las competiciones oficiales.
Además de quedarse fuera del Mundial, Cielo podría perder las tres medallas de oro conquistadas en el Abierto de París disputado en junio. La principal tesis de su defensa es una posible contaminación de unas cápsulas de suplemento alimenticio producidas en un laboratorio brasileño. «Nunca tuve problemas en los exámenes antidopaje anteriores», se justifica el nadador. Cielo cuenta con el apoyo de sus compañeros y adversarios, pero tiene en contra la jurisprudencia. Desde 2001 cuatro deportistas han sido castigados por el mismo motivo.
