Manuel Hidalgo, capitán de la Guardia Civil en Torrijos, resultó herido en una pierna en el episodio del viernes
Día 18/07/2011
El atrincherarmiento en una vivienda de Fuensalida de un exmilitar armado de 31 años de edad el pasado viernes, episodio que causó cuatro heridos entre las Fuerzas de Seguridad, tuvo unos protagonistas de los que este fin de semana no ha cesado de hablar la población. Se trata del capitán de la V Compañía de la Guardia Civil de Toledo, con sede en Torrijos, Miguel Hidalgo, junto al jefe de la Policía Local de Fuensalida, a otro guardia civil y a un policía nacional que, aunque se encontraba fuera de servicio, acudió al lugar de los hechos para ver cómo podía ayudar.
Según ha podido saber ABC, Miguel Hidalgo, el capital de la Guardia Civil jefe del acuartelamiento de Torrijos, —que tuvo que ser trasladado al hospital Virgen de la Salud de Toledo tras recibir un disparo en una pierna—, manifestaba a sus compañeros tras serle extraído el «balín» la mala suerte que había tenido con este suceso, teniendo en cuenta que «he toreado muchos miuras a lo largo de mis años en la Guardia Civil y ahora me coge una vaquilla», relataba el capitán, en posesión de una intachable hoja de servicios en la Benemérita
En la habitación de al lado
Durante la estancia de Hidalgo en el centro hospitalario de la capital regional, en la tarde del pasado viernes, se dió la circunstancia de que a escasos metros se encontraba el exmilitar agresor, ya reducido y custodiado en una habitación contigua, según han señalado a este diario fuentes de la Policía Municipal.
Aunque existe bastante sigilo sobre los motivos que llevaron al exmilitar, —con residencia en Fuensalida aunque madrileño de origen—, a agredir en un momento dado a los miembros de las Fuerzas de Seguridad, se comenta que la presencia de una ambulancia en la calle donde vive, con la intención de trasladarlo a un centro de salud mental, pudo contribuir a aumentar su nerviosismo y finalmente decidió atrincherarse en su casa armado de un arco y una escopeta de aire comprimido y emprenderla a tiros con cualquier persona que intentara acercarse al inmueble donde se encontraba.
Tras varias horas de presencia de la Guardia Civil y la Policía Municipal en las inmediaciones del domicilio, finalmente, tras intentarlo mediante negociaciones y no obtener resultados positivos, irrumpieron en la vivienda varios hombres del Grupo Rural de Seguridad y lograron reducir al atrincherado, que fue internado. Con ello se recobró la tranquilidad en la localidad de Fuensalida.