En Vídeo
En imágenes
La realidad del Valencia advierte que poco a poco se van dando pasos para la mejora de la salud económica de la entidad. Precisamente el consejo de administración del club valenciano era informado el martes de que de los casi seiscientos millones de euros de deuda que casi le llevaron a la suspensión de pagos en 2009, hoy se fija en 370 millones de euros.
La ampliación de capital ejecutada, los ajustes y reajustes en todos los departamentos del club —preferentemente el coste de la plantilla—, o los traspasos de futbolistas como David Villa (40 millones de euros) y David Silva (33 millones) en 2010 han sido claves en el proceso lento de reflote —todavía queda mucho camino por delante y mucho trabajo que los dirigentes deberán ejecutar—. Obviamente el club de Mestalla sigue endeudado y a menudo surge el nombre de Juan Mata —como activo que mayor negocio podría suponer en la actualidad para el Valencia— y su posible salida.
Ayer, el técnico valencianista, Unai Emery, basándose en tal realidad económica, se refirió a la situación del futbolista internacional y concretó desde la concentración del equipo en Austria que «no lo podemos descartar. Lo que hemos hablado, lo que tenemos de noticias directas con el futbolista, es seguir trabajando, para que Mata siga creciendo con el Valencia. La idea de hoy es que Mata esté con el equipo», al tiempo que aseguró que «las puertas en el Valencia están abiertas hasta el 31 de agosto, para salir o para entrar». Antes de partir al «stage» en Austria, el preparador vasco se refirió a Mata, que se unió ayer al grupo, en esos mismos términos.
Llorente, tajante
El presidente valencianista, Manuel Llorente, fue más rotundo el pasado 6 de julio en Las Rozas cuando dijo: «Mata se queda en el Valencia». El hecho de que la entidad haya podido, por segundo año consecutivo, equilibrar las cuentas avala al dirigente para no sentirse obligado a vender al mediapunta y futbolista franquicia del equipo blanquinegro. El Valencia no necesita vender, pero podría hacerlo en caso de presentarse una operación que convenga si llega una oferta oficial e irrechazable.
La cifra para esto sería que un club —Arsenal, Tottenham o Chelsea tienen al jugador en sus agendas— ofreciese como mínimo 30 millones de euros. En tal caso, el Valencia estaría obligado a vender —como así tiene acordado con el jugador en caso de que se le presente la propuesta de un equipo potente— o igualar o mejorar la ficha que le presente el club interesado al futbolista.
Con todo, el asunto Mata queda zanjado de momento. Sigue en el Valencia. El club informó de que hoy por hoy "no existe ninguna oferta o negociación". La intención de la entidad, como ya decía tajantemente Manuel Llorente, es la de "no vender" al futbolista internacional. Quizás esto le debería quedar claro a Unai Emery.
