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Alexis Sánchez ya se sabe la primera lección, imprescindible para ser alguien en el Barcelona de Pep Guardiola. Al Camp Nou, hasta nueva orden, se viene a sumar y a aprender, premisa básica porque el conjunto azulgrana es el ejemplo a seguir por muchos en el plano deportivo. Como cualquier alumno, disciplinado en un discurso escaso de titulares porque no se lleva demasiado bien con los micrófonos, el chileno acepta la condición y actuará como un becario hasta que alcance velocidad: «Estoy aquí para aprender de Messi, de Xavi, de todos, de los que más saben».
Se incorporará al presente azulgrana el 8 de agosto después de que terminen sus vacaciones, pues ha estado disputando la Copa América y exige un respiro. Rechaza cualquier historia de fantasmas sobre el «9» que llevará en la camiseta, dorsal maldito en los últimos años porque lo llevaron Eto'o, Ibrahimovic y recientemente Bojan, tres delanteros que no acabaron de cogerle el punto a Guardiola. El técnico, sin embargo, está encantado con su nuevo jugador, al que incluso llamó para transmitirle su afecto. Y Alexis quiere corresponder con trabajo y éxitos: «Para mí lo más importante son los títulos y para eso vine. Cuando tenga mis hijos y mi esposa querré explicarles mi historia y los títulos que he ganado, no el dinero», sostuvo.
Se presenta a Alexis y se espera a Cesc, aunque ya no es noticia porque la historia sigue en el mismo punto. «Dependerá del tiempo y del dinero, ya que hay una limitación presupuestaria», añadió el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu.
