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La prima de riesgo marca un nuevo récord y dificulta aún más el complicado calendario de pagos del país
Día 04/08/2011
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, compareció ayer ante el Parlamento para pedir calma al país e insistir en la solidez de la política y la economía de Italia, en un día en el que la prima de riesgo alcanzó los 390 puntos básicos, un nuevo récord.
«La situación a la que tenemos que hacer frente es la directa consecuencia de una crisis de confianza, que tiene que ser afrontada con coherencia y firmeza, sin dejarnos llevar por el nerviosismo de los mercados», indicó el jefe del Ejecutivo italiano, en un discurso retrasado unas dos horas para esperar al cierre de los mercados. «Tenemos bases económicas sólidas. Nuestros bancos tienen liquidez, son sólidos y han superado las pruebas de solvencia europeas», agregó el mandatario, cuyas apariciones públicas se han reducido considerablemente en las últimas semanas.
El primer ministro se presentó ante el Parlamento, primero en la Cámara de los Diputados y después en el Senado, no solo como jefe del Gobierno, sino además como un empresario que tiene empresas que cotizan en Bolsa y que se encuentran en la «trinchera financiera». Y lo hizo para intentar lanzar un mensaje de tranquilidad, cuando Italia sigue acusando la inquietud de los mercados sobre su situación financiera, a pesar de aprobar el pasado 15 de julio un plan de ajuste de unos 79.000 millones que pretende lograr el equilibrio de las cuentas públicas en 2014.
Discurso positivo
«Como sucede a menudo en las crisis de confianza, los mercados no han valorado nuestra solidez, no han considerado la fortaleza de nuestro sistema bancario, las condiciones patrimoniales de las familias», indicó el jefe del Gobierno de Italia.
«Los bancos italianos —agregó— están bien capitalizados, en disposición de satisfacer las exigencias financieras de las familias y de apoyar la recuperación, y el crecimiento del crédito al sector privado es superior al de otros países. Las caídas de las acciones de nuestros bancos son absolutamente excesivas».
Berlusconi cree que las turbulencias de los mercados son fruto de la inquietud que genera la incierta recuperación de la economía mundial, sobre todo en países como EEUU o Japón, y que su deber es agotar la legislatura en 2013.
«En los veinte meses que nos separan de la cita electoral, el Gobierno hará de Gobierno, propondrá una agenda de medidas para apoyar el crecimiento y el desarrollo (...) Tenemos el deseo sincero y concreto de entregar a los italianos un país más fuerte», comentó. Según el dirigente, entre esos planes de futuro para Italia debe estar la aprobación de una amplia reforma fiscal y la firma de un pacto con la oposición por el crecimiento económico, que se estancó en el 0,1 % en el último trimestre de 2010 y el primero de 2011.
Después de que el plan de ajuste aprobado el pasado julio, en tiempo récord, «Il Cavaliere» expresó la necesidad de acometer una «fuerte reducción» del número de coches oficiales y la equiparación de los sueldos de los cargos públicos italianos a los de sus colegas europeos. La oposición en la Cámara de Diputados acusó al primer ministro de plantear un discurso que no se adecuaba a la realidad del país y hubo quien apuntó a las elecciones anticipadas como la solución adecuada al país.







