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El sanguinario toro Ratón de la ganadería Gregorio de Jesús, que en la madrugada del domingo mató a un joven de 29 años en las fiestas de Játiva, tiene contratados otros dos festejos para este verano: el 10 de septiembre participará en una exhibición en Sueca y el 24 del mismo mes está anunciada su presencia en la plaza de toros de Canals.
La propia web del Ayuntamiento de Canals anunciaba ayer este acto como «la última oportunidad para ver en acción a Ratón, conocido por su carácter sanguinario e inteligencia». El presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Játiva, Alfonso Rus, expresó ayer su deseo de que este ejemplar, al que se atribuyen al menos dos muertes en los últimos cinco años, no sea contratado de nuevo. «Espero que no vuelvan a pasar estas cosas y que no vuelvan a contratar a toros ratones», afirmó.
Lo cierto es que el cruel historial de Ratón no ha hecho sino acrecentar su leyenda: cada verano decenas de pueblos se disputan su presencia desde que, en 2006, se cobró su primera víctima en Sagunto. «Es un toro muy comercial para los empresarios y las peñas taurinas», explicó ayer a ABC Gregorio García, fundador de la ganadería Gregorio de Jesús, «cada año podríamos llevarlo a 40 festejos, porque nos lo piden, pero sólo sale siete u ocho veces a la plaza».
Gregorio García se mostró consternado por el trágico accidente registrado el domingo en Játiva. «Es algo terrrible», indicó, «cuando me enteré no pude dormir en toda la noche, me quise morir de impotencia». La Consejería de Gobernación de la Generalitat Valenciana, que el año pasado aprobó un decreto endureciendo las medidas de seguridad para los festejos taurinos populares, ha abierto una investigación para esclarecer las responsabilidades sobre lo ocurrido en Játiva.
«La gente va por el morbo»
El joven fallecido había sido apartado del ruedo al menos una vez por los responsables de la organización, ya que se encontraba bajo los efectos del alcohol. Pese a ello, volvió a saltar a la arena, momento en el que fue fatalmente embestido por Ratón. El fundador de la ganadería Gregorio de Jesús asumió ayer que es muy difícil impedir este tipo de incidentes, ya que los organizadores «no pueden hacer una prueba de alcohol a todos los que saltan a la plaza o participan en los 'bous al carrer'». «La gente va a los festejos por el morbo», señaló, «si el toro no coge a nadie, parece que haya sido un fracaso y le silban, como a un futbolista que hubiera jugado mal». Por otro lado, Gregorio García aseguró que «Ratón» no ha quitado la vida a tres personas, sino a dos: «Se ha dicho que mató a un hombre en Benifairó de la Valldigna en 2008 y no es cierto, allí jamás han estado mis reses».
