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El portavoz del Gobierno y ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado que la reforma constitucional para meter el control del déficit en la Carta Magna «afianzará la confianza en el futuro de la economía española».
Respecto al nuevo contrato «de aprendizaje», Blanco ha dicho que «promovemos la integración laboral de los jóvenes que tienen menos formación». Según sus propias palabras, «este contrato va dirigido a jóvenes que renunciaron a su formación para trabajar en los años de la burbuja inmobiliaria y ahora no tienen ni formación ni empleo».
Uno de cada tres parados en España son jóvenes, con un paro del 46%
«En el nuevo contrato no hay nada de "contrato basura"», ha asegurado Gómez, tratando de defender de primeras una rebaja en las condiciones laborales que resulta especialmente difícil de realizar para un Gobierno socialista. Ha recordado el ministro que «la protección y las prestaciones serán las mismas que en cualquier contrato».
Por otra parte, otro de los cambios será que sólo se cargarán al Fogasa «los despidos procedentes». El Fondo de Garantía Salarial se encuentra actualmente colapsado por la necesidad de abonar parte de los despidos de los trabajadores, y algunos de estos abonos se están realizando con retrasos realmente relevantes. Respecto al llamado «modelo austriaco» sobre la capitalización de las cotizaciones de la Seguridad Social, el Gobierno demora «hasta el primer semestre de 2013» la creación de este fondo de capitalización, por lo que será ya el siguiente Gobierno que salga de las elecciones del 20-N quien decida si poner o no en práctica esta reforma estructural del sistema de pensiones.
No habrá impuesto a los ricos de momento
En lo que toca a la subida impositiva para las rentas más altas, no se ha abordado este asunto en el Consejo de Ministros, por lo que el Gobierno no sigue por el momento a Francia e Italia, países que sí han implementado aumentos impositivos para sus millonarios.
