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El franco suizo ha fijado un suelo mínimo con respecto al euro de 1,2 francos por euro, aduciendo que el presente valor de la moneda helvética está dañando su economía, una de las más globalizadas del mundo. El Banco Central Europeo ha dicho, en apenas una línea y con tono severo, que «toma nota» y que su homólogo suizo actúa «bajo su propia responsabilidad».
El euro compraba 1,6 francos hace dos años y 1,4 hace un año; ante un auge continuado del franco que ha estado cerca de equipararse al euro a comienzos de agosto, el Banco Nacional de Suiza (SNB) ha anunciado que por defenderá ese suelo mínimo mediante la compra ilimitada de moneda extranjera. «Esto es intervención a lo grande», comenta a la BBC el economista jefe de World First, «los suizos no aguantaban más esto». El comunicado el SNB al BCE decía que «no toleraría más un cambio EUR/CHF por debajo de una tasa de 1,2 CHF».
«Ahora la pelota exportadora pasa a las economías de la Eurozona»
En paralelo el gobierno confederado inyectará 2.000 millones (1.800 millones de euros) en inversiones públicas a fin de estimular la economía interna. El SNB ya había adelantado que recortaría el tipo de interés de referencia y aumentaría los depósitos disponibles para la banca privada.
La crisis de la deuda en Europa y EE.UU. ha destacado una huida del euro y del dólar, convirtiendo al yen y al francosuizo en divisas de refugio, revalorizando artificialmente esas divisas, y encareciendo al tiempo sus exportaciones. La competitividad de Suiza y Japón se se ha visto así debilitada.
También hace semanas Japón reaccionó ante la revalorización del yen, interviniendo en el mercado en una medida adoptada en solitario pero en comunicación con otros gobiernos. El gobierno ha pedido pidió al banco emisor que apoye la acción. El gobierno de Japón ha pedido el apoyo de su banco emisor.
También hace semanas Japón reaccionó ante la revalorización del yen
Una evaluación de los efectos de la fortaleza de la moneda sobre la economía ha hecho abandonar la idea de otorgar ayudas directas a sectores más afectados, según el ministro de Economía, Johann Schnider-Ammann, y en cambio se actuará al través de las prestaciones de desempleo, destinando más de 400 millones de euros para el eventual aumento del paro parcial, recurso de muchas empresas en dificultades para reducir la carga sin recortar puestos.







