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Hoy es un día importante para la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) pues es la primera asamblea general que se celebra tras la entrada de la Guardia Civil en su sede el pasado 1 de julio con motivo de la investigación que estaba llevando la Fiscalía Anticorrupción por un presunto desvio de fondos. A partir de ese día ha sido abundante la información que ha ido apareciendo sobre los negocios de algunas de las personas más afines a Eduardo Bautista, como José Luis Rodríguez Neri, y ha puesto en evidencia los controles internos y externos de la entidad sobre su dinero. Muchos socios empezaban entonces a conocer datos hasta ese momento poco accesibles y comprobaban que su «casa», la casa de los autores, no era como pensaban. Ante la demolición de la imagen de la SGAE, ya muy deteriorada, a la que se sumaba unas elecciones poco transparentes —como ha corroborado el atestado de la Guardia Civil— muchos empezaron a alzar la voz pidiendo un cambio, una refundación; mientras otros defendían la era Bautista.
De todo esto se hablará hoy en la asamblea, una reunión a la que presumiblemente acudirá «mucha más gente que no tendrá miedo a hablar, y que se ha enterado de muchas cosas de la SGAE que no sabía», afirma José Miguel Fernández-Sastrón, líder de la candidatura De Otra Manera (DOM) y una de las víctimas del «pucherazo» electoral, junto a Luis Cobo «Manglis», perseguido por sus denuncias contra Neri.
En el orden del día hay dos puntos, el más importante el primero: «Crear una comisión de trabajo que cambie las reglas de las elecciones y que garantice el cumplimiento de un calendario», que deberá culminar el 16 de enero con unas nuevas elecciones más democráticas y transparentes. La comisión estará formada por diez personas, seleccionadas entre los candidatos más votados en las preasambleas territoriales que han tenido lugar en las distintas delegaciones de la SGAE desde el pasado 6 de septiembre.
Consciente de que hay una minoría —Caco Senante, Inma Serrano, Teo Cardalda— que no quiere cambios en la SGAE y que siguen defendiendo la política de Eduardo Bautista, Sastrón espera que la jornada de hoy se celebre con normalidad y sin polémica. «Eso sería lo peor que nos puede pasar. Una asamblea bronca, con mucho lío, sería entrar en su juego porque ellos están deseando que no se llegue a un acuerdo. Mañana por hoy solo hay dos opciones: o defender el cambio o perseguir la bronca para que esto no se pueda lograr». También se podrá comprobar si la sombra de Bautista es alargada o se ha difuminado con su salida de la entidad: «Se verán sus capacidades», indica Sastrón, consciente de que habrá «dos bloques». «Por eso, lo importante mañana es rechazar a todos aquellos que no quieran un cambio».







