Día 20/09/2011
Un saludo considerado ofensivo fue el desencadente de la muerte de
Jesús Robles Galera, quien cayó abatido por los disparos que efectuó un tío del que recibió el saludo, en el bar «Nelly» de Talavera en 2009.
Durante la vista oral iniciada ayer con jurado en la Audiencia Provincial de Toledo, el único acusado por aquellos hechos, Jesús H.I., de 34 años, se negó a responder a las preguntas del fiscal y de la acusación particular y tan solo respondió a las preguntas de la defensa.
Aunque todas las partes tienen claro que los cinco disparos los efectuó el tío del acusado, Juan Heredia Montes (que murió en la cárcel el año pasado de un infarto), el fiscal y la abogada de la familia de la víctima consideran que el sobrino actuó de «común acuerdo» y con el «firme propósito» de acabar con la vida de la víctima.
Según relató el procesado, de raza gitana, estando en el bar se le acercó la víctima y le saludó con un «hola primo», a lo que el acusado le espetó que él no era primo suyo y le propinó «un tortazo». A continuación, según el relato del acusado, la víctima cogió una banqueta del bar mientras él esgrimía un puñal para asustarle. La bronca no llegó a mayores por la intervención de varias personas. Luego, el acusado oyó disparos y vio a su tío disparando, según la versión que dio y que provocó las protestas del fiscal porque «nada tiene que ver» con la ofrecida en comisaría tras ser detenido.
También declaró la dueña del bar, que explicó que tío y sobrino tenían síntomas de embriaguez, lo que llevó al fiscal a pedir al presidente del tribunal del jurado que dedujera testimonio a la testigo por considerar que estaba mintiendo.
Ante ello y con la advertencia de ilegalidad de la defensa, el presidente del jurado explicó que habrá que esperar a ver lo que determina el jurado, tal y como marca la ley, para iniciar un procedimiento por un posible falso testimonio.
El fiscal solicita veinte años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y otros tres por tenencia ilícita de armas, pena que la acusación eleva a veinticinco por un presunto delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. La defensa pide la absolución, aunque de forma subsidiaria aplica la eximente incompleta por consumo de alcohol y drogas. El juicio sigue hoy con la declaración de nuevos testigos.
