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Escuchaba Cristiano que sumaba tres encuentros sin acertar, 338 minutos sin celebrar un tanto, y el portugués sacó al Real Madrid de un momento crítico al conseguir el empate a un gol 339 minutos después de su último tanto, cuando el público silbaba a su equipo. Ronaldo no había marcado frente al Dinamo de Zagreb, el Levante y el Racing. Anoche sentenció la reacción local con otras dos dianas, de penalti, que coronaron una victoria que durante medio partido no estuvo asegurada. Consiguió su segundo triplete en la Liga. El «siete» ya suma siete dianas en cinco jornadas.
Mourinho se enfadó por la tonta tonta expulsión de Ángel di María, la tercera en cuatro encuentros. La mejor noticia para el entrenador fue que, otra vez con diez hombres, el equipo enseñó el espíritu ganador.
«En las dificultades se ven los hombres», manifestó el técnico. «Mis jugadores han tenido carácter». La clave de la reacción se produjo con la entrada de Ozil cuando el Rayo vencía por 0-1. Michu perseguía a Xabi por todo el campo y el Real Madrid no tenía director de juego. «Tuve que sacar a Ozil para encontrar otra salida de balón. El equipo debe comprender que Xabi no puede jugar solo».
La tarjeta roja a Di María le obligó a sentar a Kaká. «Me dolió, porque Kaká estaba jugando muy bien». El brasileño lo entendió: «Empezamos mal, pero este resultado nos dará confianza».
Brilló el otro Lass, Bangoura, un extremo de 19 años que hizo sudar a Marcelo. Tiene contrato hasta 2015. Le lloverán ofertas.
Lo peor fue la pelea con bates de béisbol que los «Bukaneros» y los «Ultra Sur» protagonizaron tres horas antes del encuentro.
