El ambiente en la sala de espera de la UCI del hospital Miguel Servet de Zaragoza era el domingo más distendido. Hasta el centro se trasladaron toreros y amigos del herido Juan José Padilla para transmitir a la familia su apoyo y deseos de una pronta recuperación. Uno de ellos, David Fandila «El Fandi», que por la tarde hizo el paseíllo en el coso de la Misericordia, aseguró tras verle que «hay Padilla para rato», y explicó el buen aspecto que presentaba el torero, todavía semisedado.
Esa actitud positiva decidió a los médicos a explicarle todo lo que había sucedido. Así, le comentaron las gravísimas lesiones que le causó el pitón en la cara y las secuelas que pueden quedarle —parálisis facial y pérdida de la visión en el ojo izquierdo—.
Cuentan los allegados al diestro que Padilla asumió con entereza la conversación con el equipo médico y que insistió en que sus dos hijos —una niña y uno niño— no se enteraran de nada.
Lejos de amilanarse tras conocer el alcance de la cornada que sufrió el pasado viernes en la plaza de Zaragoza, el diestro de Jerez insistió a su apoderado en que quiere volver a vestir el traje de luces. «Sabía que ese toro me podía coger, pero ese no va a ser el que me retire», cuentan que dijo a quienes pudieron verle. «Del toreo me iré cuando yo quiera».
En consonancia al estado de ánimo que mostró a sus familiares, la evolución médica es buena y de continuar así, en las próximas horas los facultativos esperan poder pasarlo a planta hoy o mañana.
