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«Señor presidente: tenemos un sueño, que es ver a Kobe Bryant jugando en nuestro equipo, el Virtus de Bolonia, ciudad conocida en todo el mundo como la Ciudad del Baloncesto». Así comienza la misiva que el presidente del club italiano, Claudio Sabatini, ha remitido a Barack Obama a través de la página web de la Casa Blanca, en la que solicita la intermediación del presidente de los Estados Unidos para hacer realidad el fichaje del alero de los Lakers por el Virtus.
La negociación, que estaba muy avanzada la semana pasada, sufrió un parón la madrugada del miércoles tras las palabras de Obama en las que instaba a propietarios y jugadores a buscar una rápida solución al conflicto que mantiene parada la NBA. El presidente del Virtus había concertado una videoconferencia con los agentes del jugador, pero se encontró con un plantón en toda regla. Nadie apareció al otro lado de la red, así que Sabatini, lejos de rendirse, no lo pensó dos veces y escribió al presidente Obama para pedirle ayuda.
«Compartimos con usted el deseo de que el cierre patronal termine lo antes posible, pero mientras tanto, concédanos la oportunidad de ver jugar, al menos en un partido, al gran Kobe Bryant con la camiseta blanquinegra, y hacerlo así formar parte de la historia de nuestro equipo», rogaba Sabatini en el mensaje dirigido a Barack Obama, reconocido seguidor del deporte de la canasta, que suele practicar desde joven.
Oferta astronómica
La oferta del Virtus a Bryant es más que jugosa. Un millón de euros por disputar un partido amistoso contra la el Armani Jeans de Milán —equipo que ha fichado a Danilo Gallinari mientras dure el cierre patronal— y otro millón por disputar uno o dos encuentros de la Lega, que estarían condicionados a las fechas en las que viniera a jugar la estrella estadounidense.
