Fútbol

Fútbol / real madrid

Siete fichajes históricos del Real Madrid marcados por las lesiones

Son precedentes, algunos fallidos y otros brillantes, a las «rodillas de cristal» del recién reincorporado Sahin

Día 26/10/2011 - 15.33h

Compartir

En los mentideros merengues hay ganas, muchas ganas, de ver en acción a Nuri Sahin, que acaba de reincorporarse a los entrenamientos con el resto del equipo. Pero también miedo. El turco ya encadena tres lesiones, una antes de presentarse como prometedor juguete roto de Mourinho: se rompió los ligamentos de la rodilla derecha el pasado abril con el Borussia, sufrió un esguince de rodilla en la gira madridista por Estados Unidos y, de vuelta en la capital española, se hizo otro esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda.

No es una novedad en el club que un fichaje llegue lesionado, aunque este año haya sido por partida doble (véase Hamit Altintop). Redondo, Ronaldo y Robben llegaron al Real Madrid, al igual que Sahin, con fama de "rodillas de cristal". Ellos brillaron, aunque otros fichajes con hándicap no tuvieron la misma suerte. Dejando fuera a Kaká, que no ha cerrado su etapa blanca, estas son las historias más conocidas de jugadores que aterrizaron en Madrid llevándose la mano a alguna parte del cuerpo dolorida:

Robert Prosinecki

Apodado "Lesionecki" y famoso por sus hábitos poco deportivos (dicen las malas lenguas que en su época de estrellato fumaba dos paquetes de Marlboro rojo al día), en 1991 costó seis millones de euros (1.000 millones de pesetas) al Real Madrid. Venía de ser campeón de Europa con el Estrella Roja, pero su carrera y su integridad física se desintegraron a la vez que su Yugosloavia natal. Nueve meses después de su llegada había acumulado las mismas lesiones que partidos jugados: cinco. Los médicos blancos postularon motivos psicológicos, pero la afición se fijó más en su gusto por las mujeres, las fiestas y el tabaco. Hasta que el recién llegado Jorge Valdano se negó a seguir teniendo paciencia con él y lo condenó al ostracismo merengue, cediéndolo en 1994 al Oviedo y vendiéndolo un año después al Barcelona.

Fernando Redondo

Laureado como el mejor "5" argentino de todos los tiempos, Redondo llegó al Madrid tras dos años dorados en el CD Tenerife de Valdano. Pero, por culpa de sus frecuentes lesiones, no llegó a poder jugar una temporada completa en el club isleño. Su debut de blanco empezó, nunca mejor dicho, con mala pata: se lesionó en un partido de pretemporada contra el Athletic de Bilbao. Estuvo menos de dos meses de baja, aunque fue poco comparado con las dos roturas de ligamento en ambas rodillas que marcaron su cruz. La de un jugador que, cuando estaba en plena forma, tomaba con virtuosismo la batuta de su equipo. Su clase sedujo a ocho entrenadores blancos, desde Valdano (con el que llegó a la par) hasta Del Bosque. Pero no a Florentino Pérez, que forzó su marcha al AC Milan pese a que el argentino fue una pieza clave en la octava Liga de Campeones. En el Calcio aguantó cuatro temporadas más, aunque su rodilla solo le permitió jugar 16 partidos. Con todo, demostró honestidad: cuando llegó al conjunto milanés lesionado, renunció a su salario hasta que que se recuperó.

Savio Bortolini

El mediapunta llegó a la capital española en 1998 siendo una estrella del Flamengo de Romario y Edmundo. Un desgarro en el tobillo izquierdo retrasó su debut, y su hilera de lesiones determinó su condición de astro brasileño que se apagó en Europa. No dejó mal sabor de boca, pero se quedó muy por debajo de las expectativas. Aún así, tuvo un papel relevante en la octava Liga de Campeones merengue y, hasta la llegada de Del Bosque, dispuso de minutos. La incorporación de Zidane en 2001 le desterró primero al banquillo y luego al Girondins de Burdeos (donde jugó cedido en la temporada 2002/03). Quizá el Madrid se le quedó grande, porque en el Real Zaragoza brilló con luz propia. En 2004 consiguió con su nuevo equipo la Copa del Rey y la Supercopa de España.

Flavio Conceiçao

Petición expresa de Vicente Del Bosque para sustituir a Redondo, el brasileño se convirtió en 2000 en el tercer fichaje más caro de la historia del Madrid hasta entonces. El Deportivo, que lo alineaba en un potente doble pivote con Mauro Silva, se llevó 25 millones de euros (4.200 millones de pesetas) por un futbolista que incluía sorpresa: una pubalgia que le mantuvo dos temporadas casi completas apartado del césped. Tampoco demostró demasiada valía cuando saltó a él, y acabó en el Galatasaray en 2004 tras un año cedido en el Borussia Dortmund. Fue una de las ovejas negras de la era galáctica, aunque sirvió para demostrar dos cosas: que ni a golpe de talonario es oro todo lo que reluce, y que Redondo era insustituible.

Ronaldo Nazario

Llegó al Mundial de Corea y Japón en 2002 rodeado de dudas por su rodilla derecha, que le forzó a casi tres años de exilio futbolístico. Volvió de Asia como Campeón del Mundo, máximo anotador y autor de los dos goles ante Alemania que otorgaron a Brasil su quinta copa. Y el Madrid de Florentino no tardó en lanzarse a por él, olvidándose de aquellos tendones de la rodilla que se rompió en la final de la Copa de Italia el 12 de abril de 2000 sin que nadie le tocara. Pero esta vez los agoreros no se apuntaron el tanto. Ronaldo gozó como merengue de una segunda "belle epoque", antes de que el sobrepeso y la rodilla maldita marcasen su declive definitivo.

Jonathan Woodgate

Es un prototipo de fichaje fallido. Llegó en 2004, en una doble operación de Florentino para reforzar la maltrecha defensa del Madrid que hizo aterrizar en el club al inglés y al argentino Walter Samuel (otro fichaje desastroso). A Woodgate le sobraba calidad: llegó al Bernabeu catapultado como uno de los mejores centrales del mundo, y el presidente estuvo dispuesto a pagar 22 millones de euros por él. Pero lo que parecía una lesión muscular sin importancia le mantuvo la temporada entera sin jugar. Se estrenó de blanco en el inicio de la 2005/06, contra el Athletic, en un partido que no olvidará en su vida: anotó un gol en propia puerta (su único tanto como merengue) y terminó expulsado. Aquella campaña jugó solo diez partidos, y al año siguiente Capello lo mandó cedido al Middlesbrough, donde "Woody" evidenció que sus músculos eran exclusivamente alérgicos al Real Madrid: en una temporada le dio tiempo a convertirse en capitán del equipo y volver a ser convocado por la selección inglesa.

Arjen Robben

El holandés se fue del Chelsea huyendo de Mourinho y llegó a Madrid en 2007 como una promesa cumplida que costó 36 millones de euros a Ramón Calderón. Aterrizó con lesión, aunque tardó menos de un mes en debutar. No obstante, el Bernabeu nunca dejó de vigilar con temor las "rodillas de cristal" de su nueva estrella. En sus dos temporadas blancas tuvo un promedio de una lesión cada cinco jornadas. Ninguna le apartó demasiado tiempo de los estadios, pero se le echaba en falta más regularidad. Con todo, sus frágiles rodillas no parecen ser el principal motivo de su venta al Bayern Munich en 2009, una operación cuyas verdaderas razones aún tienen que esclarecerse.

  • Compartir

publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.