No me gusta lo que veo. El Barcelona fue una sombra en Granada de ese Barça hambriento al que nos habíamos acostumbrado los culés. No hubo ritmo, faltó concentración, se tiró poco a puerta (de nada sirve tocar y tocar y tocar ¡si no se chuta!) y lo más preocupante para un servidor: la actitud del grupo no estuvo a la altura. [Lee el post completo]







