En Vídeo
En imágenes
Protestar ahora sería como llorar en el océano. Así describían ayer en el sector financiero la premura —y la resignación— con la que los bancos españoles salieron a explicar cómo pretenden alcanzar los nuevos requisitos de capital impuestos por Bruselas. Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Popular aseguraron que conseguirán holgadamente los 21.161 millones de euros que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) exige a las cinco entidades españolas de riesgo sistémico para alcanzar un mínimo de capital de máxima calidad del 9% de aquí a nueve meses. Y que lo harán sin afectar ni a la concesión de crédito ni al reparto de dividendos; y que para ello no necesitarán ampliar capital. Lo lograrán, dicen, mediante la generación de recursos propios.
«Vamos a llegar de forma absolutamente cómoda y holgada y con unos planes muy concretos al 9,22%», dijo ayer el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz, quien avanzó que la entidad presidida por Emilio Botín trabaja con el objetivo de alcanzar un «core tier 1» del 10%. El supervisor requiere a Santander 14.970 millones, y el banco explicó que los generará a partir de los beneficios de la entidad —que en septiembre cayeron un 12,8%, hasta 5.303 millones—, la reducción de los activos ponderados por riesgo (créditos) y desinversiones.
Sáenz recordó que la entidad ya generó plusvalías por 1.500 millones con la reciente ampliación de capital de Santander Consumer USA y la venta del negocio asegurador en Iberoamérica a Zúrich. En la agenda del banco están pendientes de realizar las opv de las filiales de Reino Unido y Argentina, paralizadas por las dificultades actuales en los mercados.
Lo que han dejado claro las cinco entidades, así como el presidente del Gobierno y el Banco de España, es que no hará falta el dinero del contribuyente para reforzar sus cuentas. «No tendrán necesidad de acudir a la ayuda pública», aseguró Rodríguez Zapatero en la madrugada del jueves desde Bruselas, tras conocerse los planes de la EBA, que incluyen valorar la deuda pública española a precio de mercado —lo que supone devaluarla un 2%— y provisionar —adelantar las posibles pérdidas— los créditos concedidos al Estado, a comunidades autónomas y ayuntamientos.
Las propuestas iniciales de la Unión Europea planteaban un descuento de hasta el 20% como penalización a la tenencia de títulos soberanos españoles. Por eso la sensación en el sector es que la decisión final del supervisor bancario europeo ha sido la menos mala. Eso no impidió que ayer los banqueros españoles lanzasen críticas más bien veladas a las nuevas exigencias. Sáenz calificó de «chocante» la cantidad que se pide a la banca española cuando es la menos expuesta a la deuda pública de Grecia, a la que se aplicará una quita del 50%. La francesa y alemana es la que más arriesga en el Tesoro heleno.
Criterios diferentes
Bankia critica además que no se tengan en cuenta las provisiones genéricas a las que obligó el Banco de España en tiempos de bonanza para afrontar futuras pérdidas.
Desde BBVA, su director financiero, Manuel González Cid, denunció ayer que los criterios de la EBA para calcular el capital que necesita la banca suponen adelantar «de forma acelerada» los de Basilea III, la norma que entrará en vigencia en enero de 2013 y que las entidades deben adoptar de forma progresiva hasta 2019. Ahora se emplea Basilea II, y los bancos han calificado la nueva fórmula de Basilea «dos y medio». Critican así que el regulador habría hecho una extraña mezcolanza entre una norma y la otra añadiendo, además, criterios propios que no pocos ven, si no beneficiosos para Francia y Alemania, sí perjudiciales para España.
BBVA lanzó ayer el mismo mensaje que Santander. Que llegará sin problema al 9% de capital requerido, para lo que necesita 7.087 millones. Aunque sin concretar operaciones, Cid avanzó que el grupo obtendrá plusvalías por 2.660 millones de forma orgánica a mediados de 2012, además de 2.100 millones con sus activos ponderados por riesgo. Y cifró en 7.500 los millones que pueden obtener vendiendo parte de su deuda pública.
Banco Popular es el tercer banco que más capital extra necesita: 2.362 millones. La entidad, dice, generará 508 millones de forma interna. El banco recuerda además que tiene pendiente de conversión 1.191 millones de euros en convertibles, cuyo plazo de transformación en acciones vence en 2012 y 2013.
En el lado de las cajas de ahorros recién convertidas en bancos, Bankia requiere 1.140 millones, y CaixaBank, 602. La entidad catalana, que calcula en 1.580 millones las plusvalías que puede generar con sus participaciones industriales —Repsol y Telefónica, entre otras— dispone de 1.500 millones en convertibles con vencimiento a diciembre de 2012 y diciembre de 2013; la EBA, en principio, solo contabilizaría los 750 millones que se convertirán en acciones el próximo año. La entidad madrileña, por su parte, seguirá estrategia de generación de capital de forma orgánica.
¿Menos crédito?
La nueva duda es si la nueva regulación afectará a la ya mermada capacidad de la banca española para prestar créditos. La CECA alertó de que «podrían dañar» la imagen de España y «la credibilidad de sus cuentas públicas». Y advirtió también de que se está fomentando una mayor restricción crediticia y retrasando todavía más la recuperación económica. Santander y BBVA confían en que las entidades no opten por reducir la concesión de préstamos para mejorar el nivel de capital. Rodrigo Rato y Ángel Ron, por su parte, avisaron de que todo apunta a que el grifo del crédito, para España, se cerrará aún más.







