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El Banco de España alerta de un repunte de la morosidad y de una mayor sequía crediticia
Día 03/11/2011
No mentía el sector financiero español cuando en su rebelión contra los planes de Bruselas decía que su problema no es la exposición a la deuda pública de Grecia —448 millones de euros— sino al sector del ladrillo. Bancos y cajas de ahorros del país tenían al cierre del mes de junio un total de 176.000 millones de euros en créditos a promotores inmobiliarios y que están considerados de riesgo. Esto es, entre préstamos de dudoso cobro (acumulan impagos más de 90 de días), subestándar (hay indicios de que no se cobrarán) y activos adjudicados, según las cifras del último Informe de Estabilidad Financiera, publicado ayer por el Banco de España.
Del dato presentado ayer por el supervisor se puede hacer una doble lectura. Una positiva, pues esa exposición problemática al sector inmobiliario supone un descenso del 2,65% respecto a junio del pasado ejercicio, cuando el riesgo ascendía a 180.000 millones. Y también una negativa, pues esos 176.000 millones representan ya más de la mitad (el 52%) de los créditos concedidos al sector del ladrillo —y el 11,4% de la cartera de préstamos a la clientela—, cuando el año pasado ese ratio era del 41,2%.
El Banco de España defiende en este sentido que las entidades financieras tienen un colchón de capital —provisiones genéricas y específicas para afrontar posibles pérdidas— con el que pueden cubrir un tercio (el 33%) de esos activos tóxicos. Y asegura que las hipotéticas pérdidas que contemplan los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en sus diferentes escenarios de recesión quedan «más que cubiertas» con esos recursos.
Aun así, el organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez advierte de que sigue siendo el sector de la promoción inmobiliaria donde se está produciendo un mayor número de impagos. Eso sí, según las cifras del regulador, la tasa de morosidad de todo el sector privado se disparó en el último año un 26,8%, de forma que en el mes de agosto alcanzó ya el 7,14% de los préstamos concedidos.
Con esos datos, el supervisor avisa ya de que en los próximos meses se podrían dar «incrementos adicionales a los ya observados», en buena parte por el desplome de la actividad inmobiliaria año tras año en lo que va de crisis. Los propios banqueros del país reconocieron esa realidad en las últimas semanas durante la presentación de resultados de las entidades, y aseguraron también que previsiblemente la morosidad seguirá moviéndose al alza a lo largo de todo el 2012.
Ese nuevo repunte de los impagos por parte de empresas y familias se explicaría también por el descenso en la concesión de créditos a la clientela, una tendencia que según el Banco de España se ha agudizado en los últimos meses.
Sin financiación
Los préstamos otorgados por bancos, cajas y cooperativas de crédito al sector privado se redujeron en junio un 2,8% respecto a junio de 2010. Los datos muestran además que el cierre del grifo del crédito afecta a toda la economía española. La financiación a hogares cae ya al 1,9%; hay menos préstamos para la compra de vivienda, pero también para el consumo (-7%). Los préstamos a empresas del sector del ladrillo sufren una caída del 7,2%, y es del 2,3% para el resto de compañías.
El Banco de España coincide también con la banca del país en señalar que el flujo del crédito no se reactivará hasta que el sector privado reduzca su nivel de deuda. «Esta reducción en el crédito no es ajena al necesario ajuste de endeudamiento de algunas empresas y de los hogares», dice el informe, que culpa también al contexto internacional. El agravamiento de la crisis de deuda soberana en Europa ante la ausencia de una solución para Grecia y el parón de la economía, enumera el regulador, están complicando el acceso de las entidades a los mercados y dificultando su financiación. «Existen tensiones financieras desconocidas desde la crisis de Lehman Brothers», alerta el supervisor.







