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El joven estadounidense fue capturado por tropas de Gadafi y se unió a los revolucionarios tras pasar seis meses en prisión
Día 03/11/2011 - 02.25h
AP
Matthew VanDyke, junto a las tropas rebeldes libias
Cuando Matthew VanDyke partió hacia Libia durante los primeros días de la revolución no tenía pensado tardar tanto en volver a casa. Este viajero y escritor de 32 años pisará de nuevo Baltimore (Estados Unidos) este fin de semana, según ha confirmado su madre a la agencia Associated Press.
Fue al país magrebí, según contó a ABC en Trípoli, a rematar un libro y a buscar a varios amigos que habían sido detenidos por las autoridades, pero su proyecto no tardó en verse bruscamente interrumpido.
VanDyke fue capturado por las tropas de Muamar Gadafi a principios de marzo en el frente de Brega, ciudad al este de Libia donde libraban intensos combates frente a los rebeldes. No solo tardó seis meses en recuperar su libertad, sino que durante todo este tiempo se le dio por desaparecido por el régimen de Trípoli ni siquiera fue capaz de reconocer que lo tenía en sus manos a pesar de las gestiones que estaba llevando a cabo su familia ayudada por diplomáticos y organizaciones de derechos humanos.
«No volveré a casa hasta que encuentre a mis amigos», dijo a este enviado especial VanDyke a las pocas horas de lograr escapar junto a cientos de prisioneros de la infausta cárcel de Abú Salim, en Trípoli, donde Gadafi ordenó matar a más de 1.200 reclusos en 1996. El viajero norteamericano deambulaba entonces, a finales de agosto, entre entrevista y entrevista por el hotel Corinthia. Su extrema delgadez explicaba bien el calvario que había supuesto sus seis meses en manos del régimen.
Absorbido por lo que estaba viviendo VanDyke decidió unirse unos días después a las tropas rebeldes. Vestido de camuflaje y con un rifle en bandolera partió al frente de Sirte. Las fotos del joven en la batalla de la ciudad natal de Gadafi causaron sorpresa especialmente entre los que habían luchado intensamente por su liberación. Su madre tampoco le aplaudió, pero reconoció que poco podía hacer para impedirlo, según declaró al diario «Baltimore Sun».
