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Herencia de la legislatura pasada, han dejado a Ponferrada obras con un aspecto sucio e incómodo
Día 03/11/2011 - 08.16h
A capital del Bierzo no ha vuelto a principios del siglo XX, donde apenas la Plaza de la Basílica de la Encina y la del Ayuntamiento eran los únicos lugares adoquinados o empedrados, mientras que el resto presentaba un aspecto de tierra y barro como pueblo grande que era. A Dios gracias, la moderna Pons Ferrata es hoy una urbe cosmopolita que puede mirar, tanto en su diseño urbanístico como en sus servicios, de frente a cualquier capital provincial de la región. Sin embargo, herencia de la legislatura pasada, quedaron en marcha dos obras públicas en su entramado urbano que han devuelto a la ciudad un aspecto sucio, incómodo y lo peor, crónico, a todo el que la visita o vive allí. Me refiero a la avenida de Astorga, principal entrada a Ponferrada y donde se ubica el llamado Polígono de Montearenas con importantes concesionarios y talleres de la industria del automóvil en él. La que estaba llamada a ser una avenida amplia, con buena iluminación, grandes aceras y el abrazo de la urbe hacia un área integrada de ella es un cúmulo de zanjas, barro, vallas, baches y caos circulatorio desde hace un año. El motivo, la empresa adjudicataria por parte de Fomento de la Junta de Castilla y León se ha dado el piro. Sí, sí, como lo leen, ha desaparecido. Y allí ha quedado todo empantanado. Meses y meses de engaños con un par de operarios y alguna maquinita para dar la sensación de seguir y existir. Ni hablar lo que supone para los miles de estudiantes de la UNED y la ULE, los centenares de trabajadores de la zona y los miles de vehículos que a diario padecen el viacrucis circulatorio.
Por otro lado, una de las calles más céntricas y comerciales, la avenida Valdés, fue una de las obras que en el programa electoral figuraban como prioritarias a remodelar. No sólo comenzó en fechas desafortunadas, semanas antes de las Fiestas de la Encina, con lo que supone de pérdidas para los establecimientos de hostelería, sino que también la empresa adjudicataria, también por parte de Fomento de la Junta, se ha cogido el mundo por montera dejando levantado los viales, sin aceras transitables y todo el calvario derivado. Aquí la Plataforma de Afectados brama al cielo y, de ser un tema local, por el volumen de vecinos y comerciantes perjudicados, se calcula que más de dos mil, el asunto cobra su importancia informativa mayor.
El Ayuntamiento de Carlos López se faja en calmar ánimos y ha pedido ayuda a la Consejería de Fomento, donde alguien ha metido rotundamente la pata.