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Apenas mira a los ojos y los suyos, azules y tímidos, todavía brillan por las luces y los cánticos que le impresionaron el domingo mientras vivía su sueño: ver un partido del Real Madrid en el Bernabéu. Adnan Mevic fue el niño 6.000 millones del planeta y, desde que trascendió su deseo, la Fundación Real Madrid no ha parado hasta concedérselo.
Nacido hace 12 años en un país todavía roto por la guerra de los Balcanes, hijo único de una familia en paro y con su padre enfermo terminal, Adnan viajó el sábado por primera vez en avión, aterrizó en Madrid y el domingo se sentó en el palco del Bernabéu para disfrutar de los siete goles de su equipo favorito, incluyendo los tres de su ídolo: Cristiano Ronaldo. «Veía los partidos por televisión, pero no imaginaba que el campo era tan grande y que cabía tanta gente», dice sonriendo.
La experiencia continuó en el vestuario. Conoció a todos los jugadores —«Higuaín me firmó en la mano»— y a Mourinho y, por la tarde, vio ganar al Real Madrid de baloncesto. «Me gustaron las chicas que bailaban y hablé con Begic».
Si el deseo ya estaba cumplido, los regalos que se lleva le harán recordarlo durante mucho tiempo: «Una camiseta firmada por los jugadores y otra con mi nombre; y también me firmaron un balón». Sin duda, compartirá la experiencia con sus amigos cuando regrese hoy a Bosnia: «Les contaré a todos que estuve con Cristiano Ronaldo y vi los trofeos y las botas antiguas».
Tres días de ensueño que no acaba de asimilar. «Aún no me lo puedo creer, pero estoy muy feliz», sentencia terminando un zumo que, como su sueño, no es eterno: «En Bosnia no tenemos sitios tan bonitos para jugar». Espera su madre que las fotos con la Bota de Oro de su ídolo le ayuden a seguir soñando.
