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Día 17/11/2011
En lugar de apaciguar los ánimos, el consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, reforzó ayer el argumento que ha llevado a los médicos catalanes a la huelga: la posibilidad de un nuevo «tijeretazo» en 2012. Tras exponer las cifras sobre el impacto del segundo día de paro de los galenos, que mantuvo el mismo seguimiento desigual —de un 20,14% según la Generalitat, y un 73% según el sindicato convocante—, Ruiz abrió la puerta a un nuevo recorte en el presupuesto del departamento para el año que viene, aunque garantizó que esa hipotética reducción no afectará a la actividad asistencial, informa Ep. Ruiz abogó por varias medidas para ajustar el presupuesto como disminuir el coste del alquiler, de los equipamientos, campañas administrativas, etc..., aunque se mostró taxativo al afirmar que el dinero que se destinará a atender a la población «va a estar protegido».
Horas antes del anuncio del consejero, los médicos trasladaron su protesta ante el departamento donde simularon un campo de minas contra los recortes. Los médicos denunciaron también que Salud les ha prohibido usar el correo interno para convocar acciones.






