Los futbolistas también han de cumplir con sus obligaciones como ciudadano, aunque su equipo haya jugado unas horas antes. Es el caso del madridista Callejón, citado como como presidente suplente de mesa en Motril, su localidad natal. Hasta allí viajó de madrugada tras el partido en Valencia. Llegó a las seis de la mañana y dos horas después aparecía en el colegio electoral.
Como el presidente no falló, Callejón pudo regresar a Madrid, con un vuelo que le permitió llegar al entrenamiento con solo quince minutos de retraso, con el que el equipo de Mourinho comenzó a preparar el duelo europeo ante el Dinamo de Zagreb.
Y ahí llegaron las bromas de sus compañeros: «Callejón ciudadano», gritó Gonzalo Higuaín cuando su compañero pisaba el césped de Valdebebas entre risas y saludando desde la distancia a todos. «Calleji, ¿te han pagado?», bromeó Sergio Ramos. «¿Te han dado 60 euros», añadió Pepe.
Con este buen ambiente se incorporó Callejón al entrenamiento tras darse un palizón y sin dormir a una sesión de recuperación para los titulares y de mayor intensidad para los jugadores que no jugaron en Mestalla o lo hicieron pocos minutos.
