Cataluña

Cataluña / punto de fuga

Los conservador-liberal-socialistas

Compartir

Un conservador, sostenía Kolakowski, sabe que el Mal, así con mayúsculas, habita en lo más hondo de la naturaleza humana. Y que mora ahí con ánimo de quedarse

Día 20/11/2011 - 17.03h

«Por favor, avancen un paso hacia atrás». Contaba Leszek Kolakowski, el gran filósofo polaco, que cuando cierto conductor de los tranvías de Varsovia le transmitió esa orden imperativa, decidió convertirla en lema oficial de una Internacional que nunca habría de existir. La consagrada a rescatar lo rescatable de las tres doctrinas políticas que han marcado la Modernidad. Un conservador, sostenía Kolakowski, sabe que el Mal, así con mayúsculas, habita en lo más hondo de la naturaleza humana. Y que mora ahí con ánimo de quedarse. Como sabe que nunca hubo ni habrá progreso logrado sin renuncias, por lo común dolorosas. Que no existe razón alguna para pretender que, demolidas fe, familia y tradición, fuese a medrar nuestra dicha al paso por esta vida. Y que la fantasía más cara a la Ilustración —esto es, que la envidia, la vanidad, la codicia y el instinto de agresión poseen por origen común instituciones sociales perversas— nunca fue cosa distinta que eso: una fantasía ingenua. Un conservador, en fin, sabe que siempre hay que estar preparado para lo peor.

Un liberal cree firmemente que una comunidad humana no resulta merecedora de tal nombre si el poder la somete a un orden donde ni la iniciativa ni la creación individual disponen ya del menor espacio. Para él, la existencia en sociedad deviene inadmisible cuando ésta abraza la lógica interna de los hormigueros. Y ello por la muy simple razón de que los seres humanos no somos hormigas.

Un socialista cree firmemente que una colectividad en la que el afán de lucro deviene alfa y omega único, está gravemente amenazada. Tan gravemente amenazada como aquellas otras donde fue por completo proscrito. E igual postula que, sobre la premisa de que la armonía perfecta es imposible, resultaría hipócrita tomar por inevitables las desigualdades de todo tipo. Así, entiende moral y legítimo que la economía haya de someterse a ciertos controles públicos. Y hasta aquí, lector, nuestros principios , los de la Internacional Conservadora-liberal-socialista. Vótenos.

  • Compartir

publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.