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En el Barcelona la lucha contra la adversidad es un pegamento aún más eficaz que el triunfo. El día en que el equipo se juega ante el Milán el primer puesto de su grupo en la Liga de Campeones, la plantilla supo que uno de los suyos, Tito Vilanova, fue intervenido de un tumor en la parótida, glándula salival situada a ambos lados de la cara.
La operación a Vilanova, de 42 años, mano derecha de Guardiola y hombre muy querido en el club, se llevó a cabo en el Hospital Vall d'Hebron «de manera satisfactoria» —según el parte médico—. El preparador estará entre tres y cuatro semanas de baja, con lo que se perderá el clásico que se disputará en el Bernabéu el 10 de diciembre. «Han sido días complicados porque estas cosas afectan», dijo ayer Guardiola, que recordó el caso de Abidal, operado con éxito de un tumor en el hígado la pasada campaña. El capitán azulgrana, Carles Puyol, reveló a su llegada a Milán que el vestuario acababa de enterarse de la enfermedad del segundo entrenador. «Dedicaremos la victoria a Tito».
El partido (20.45 h, autonómicas) trae el morbo añadido del reencuentro entre Guardiola e Ibrahimovic, aunque para Puyol eso no supondrá «una motivación extra». El técnico, que nunca ha entrado al trapo, aseguró: «No tengo ningún problema con el señor Ibrahimovic, y si nos encontramos nos saludaremos. Lo importante es ser espontáneos».
El delantero sueco, que reconoce ahora que «cuando me marché del Barça sabía que dejaba el mejor equipo del mundo», dijo hace unos meses que su problema «fue el filósofo. Es como Gandhi. Lo dejaré K.O. si me lo encuentro fuera de Cataluña. Se cree el inventor del fútbol, cuando yo podría haber dirigido a ese equipo y ganar también seis trofeos. Gestionar una plantilla así con personalidad no es fácil. Guardiola no lo sabía hacer. Mourinho, sí». No solo descalificó a su ex entrenador, sino que citó a su némesis como el ejemplo a seguir. Aperitivo de las cargas de profundidad que le tenía reservadas en su autobiografía, «Yo soy Zlatan Ibrahimovic», publicada el 15 de noviembre: «No tienes huevos. Te cagas con Mourinho».
