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Se estanca el Barcelona a domicilio. Le cuesta al equipo de Guardiola romper lejos del Camp Nou —sus seis encuentros se saldan con dos victorias, tres empates y una derrota (ayer la primera del curso)—. Más si encuentra un cerrojazo en toda regla, lícito por otra parte, como el que le planteó el Getafe. La guardia pretoriana que protegió a Moyá, imperial durante el encuentro guardando la llave del cerrojo de su portería, y el vuelo de Valera a las alturas del Coliseum para rematar un córner en el segundo acto confirmó, con el triunfo madrileño, los problemas a domicilio y el incremento de la ventaja del Real Madrid sobre el Barça. Seis puntos en favor de los de Mourinho cuando el clásico está a la vuelta de la esquina en el Bernabéu. La renta favorable, obviamente, condicionará el partido.
El conjunto de Pep no fue capaz de romper la fortaleza azulona. Sin espacios. Sin profundidad. Acabaron muriendo por el medio del área del Geta. Por ahí fue imposible.
Primer tiempo: Misión cumplida. Lo fue para el Getafe que aguantó hasta el descanso con su portería a cero ante el Barcelona. Luis García planteó un partido con un equipo replegado, dibujado con 1-4-1-4-1, que optó, cuando pudo, por el contragolpe, y que desplegó sobre el verde una intensidad mayúscula. La cuestión era hasta cuándo le llegaría el oxígeno a los azulones. Duró 93 minutos.
El equipo de Guardiola fiscalizó, como es habitual, la posesión de la pelota. Movió de lado a lado a los getafenses en los primeros minutos, con velocidad incluso, pero acabó entrando en un ritmo cansino ante las dificultades para encontrar el hueco bueno para irrumpir en el área de Moyá. El meta mallorquín tuvo trabajo. Cuajó un buen primer tiempo con varias intervenciones salvadoras a lanzamientos de Alexis, Villa y Messi —el tridente por el que optó Pep—. La respuesta local se formuló con intentos de contra, sin embargo, esperar desde tan atrás al Barça, no permitía a los de Luis García llegar con oxígeno suficiente al área de Valdés.
Un córner victorioso
Tomó nota en el vestuario del resultado del derbi madrileño. La victoria del Real Madrid les obligaba a no fallar y mantener la distancia ajustada en tres puntos. Así, el conjunto azulgrana planeó el acoso del Getafe. El problema, no obstante, era el mismo que tuvo en el primer acto. Encontrar el agujero, el espacio bueno ante la guardia pretoriana de Moyá. El asedio se quedaba sin profundidad. Merodeo sin premio.
Eso, lo del premio, fue para el Getafe. Una salida azulona acabó en córner. Y apareció un saltó poderoso de Valera que remató de cabeza sin reacción de Valdés. No tenía otra el Barça que lanzarse definitivamente hacia el área madrileña. Pero imposible. ¿Y el hueco? No hubo. Si había resquicio aparecía Moyá. El final fue apasionante con una última jugada del Barça que se fue al palo.
