El Real Madrid superó el último desafío antes del clásico y la victoria en Gijón ha confirmado la fe que sienten sus futbolistas. Se han quitado la obsesión del Barcelona. Incluso se piensan que un empate sería válido. Íker Casillas evitó la cuestión sacando la casta que define al club: «El Real Madrid siempre sale a ganar, no a empatar». El guardameta elogió el estado de su equipo, que suma catorce victorias consecutivas y persigue el récord de dieciséis que posee el Barcelona de Guardiola, conseguido hace dos años. «Estamos muy contentos. Vivimos una buena racha y esperamos seguir así».
Su entrenador está sereno. Ha cambiado. No expresa lo que siente por dentro. Observa que ha creado un conjunto mejor que el del año pasado y se calla, porque el clásico dictará la sentencia de sus vibraciones. Mourinho se impuso en la batalla de El Molinón sin su jefe de campo. Era un reto: «Xabi es muy importante, pero supimos ganar sin él. Nos costó, porque en el primer tiempo no encontrábamos el camino. Entonces surgió Di María, robó un balón gracias a su entrega y marcó un gol que no sé ni cómo entró». El gol del argentino abrió la veda. «Hasta el 0-1 no habíamos hecho mucho para ir delante en el marcador. Después, ya pudimos demostrar la diferencia existente entre ambos equipos. ».
Pepe: «Un gran momento»
Pepe ensalzó el «savoir faire» del Real Madrid en las situaciones difíciles: «Sabíamos que el gol llegaría y teníamos que jugar sin ansiedad. El 0-1 cambió el partido. Estamos en un gran momento de forma. Todos nos conocemos mejor y sabemos lo que debe hacer cada uno».





