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Parece que algo está cambiando en el clásico. Al menos respecto al serial de la pasada temporada y al explosivo enfrentamiento del mes de agosto cuando el Barcelona levantó la Supercopa sobre el césped del Camp Nou con los jugadores del rival ya en las duchas. A tres días del partido más esperado, no hay ruido ni declaraciones subidas de tono desde el Madrid, aunque el capitán azulgrana puso de manifiesto que el recuerdo de aquellas batallas sigue aún muy vivo.
«Nosotros intentamos jugar al fútbol y al Real no le llega para ganar al Barcelona». Xavi Hernández se mostró entonces muy beligerante con Mourinho, y ayer volvió a lanzar una chinita a los planteamientos del entrenador portugués en el pasado más reciente. Después de reconocer que fue muy crítico la anterior campaña «con la dureza del Madrid y con su sistema defensivo», la bandera del barcelonismo afirmó que en la Supercopa los blancos mostraron un nuevo estilo y ya jugaron un encuentro «de tú a tú». Añadió que confía en que los aficionados puedan volver a disfrutar el próximo sábado de un duelo de las mismas características «para poder ver los potenciales de los dos equipos». «En los últimos clásicos se ha hablado más de decisiones arbitrales, de patadas... y eso es lamentable para el fútbol», se quejó el internacional.
Comentarios distantes de los pronunciados por Xavi sólo unos meses atrás. «El Real Madrid ha vuelto a quedar retratado. La imagen de hoy ha vuelto a ser lamentable», dijo tras ganar la Supercopa de España. «Hay algunos jugadores que solo se dedican a hacer entradas bruscas», insistió. No fueron los únicos excesos verbales del lado azulgrana. Piqué subió la temperatura unos grados al llegar a acusar a Mourinho de «estar destrozando el fútbol español».
Ahora todo es diferente y la visión del rival y de su técnico ha dado un giro de 180 grados. «El Madrid está bien y está jugando bien al fútbol», reconoció ayer Xavi, que si salta al Santiago Bernabéu alcanzará los 600 partidos oficiales con la camiseta del Barcelona. Todo un veterano en la disputa de clásicos, el centrocampista restó importancia a la diferencia de tres puntos con un encuentro menos que acumula el conjunto blanco: «Quedan muchos puntos y pase lo que pase el marcador del sábado no sentenciará nada».
El día después de lograr la clasificación para los octavos de la Liga de Campeones, Guardiola recibió la buena noticia de que Adriano ha recibido el alta médica y estará a su disposición para el choque del Bernabéu.
