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El director de Ikea Valladolid, Vicente Cubells, garantizó ayer que todos los accesos a la tienda estarán listos para el próximo 20 de diciembre, fecha en la que está prevista la apertura del primer espacio comercial sueco en Castilla y León, que espera recibir «entre dos y tres millones de clientes» en su primer año de vida. Cubells presentó la nueva estancia a los medios de comunicación en compañía del director de Ikea Family en España, Rafael Jiménez.
La tienda, que ha supuesto una inversión de 60 millones de euros y ha generado más de 300 empleos —250 directos— «está prácticamente terminada», insistió Cubells. Los responsables de la firma sueca explicaron que el centro vallisoletano mantiene la filosofía de la firma en la que el cliente realiza parte del trabajo (elegir lo que va a comprar, recogerlo, transportarlo y montarlo), lo que les permite tener una gran relación calidad-precio, de lo que responsabilizaron también al uso de proveedores locales —de momento ninguno de la Comunidad, aunque podrían incluirlos de cara al futuro—. No obstante, la tienda vallisoletana contarán con algunas novedades que les permitirá mejorar, sobre todo en materia de sostenibilidad —uso de tecnología LED y climatización inteligente, entre otras—.
El espacio comercial dispone de una superficie de 34.700 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. La superior cuenta con la exposición de distintos espacios que recrean las estancias de una casa —cocinas, oficinas, comedores, dormitorios, etc.— donde el cliente pueda ir tomando nota de los productos que le interesan. «Nuestros decoradores piensan en una situación de vida concreta de forma que el cliente sienta que en esa estancia están reflejadas sus necesidades», explicó Jiménez. Así, otra de las peculiaridades de Ikea Valladolid es que las estancias que recrean las cocinas son mayores que en el resto de tiendas ya que se ha estudiado que así ocurre en las viviendas castellano y leonesas.
La planta inferior está destinada a los complementos, ordenados por secciones — ropa de cama, utensilios de cocina, iluminación, etc. —. Éstos pueden ser adquiridos en el momento, ya que este espacio cuenta con un servicio de carros y bolsas de la compra— «En esta estancia cada vez se cuidan más los niveles de inspiración», sostuvo Cubells. Finalmente se llega a la zona de autoservicio, «la más característica», donde distribuidos en 6.200 metros cuadrados se ubican los muebles embalados con las referencias anotadas en los expositores «preparados para que el cliente pueda montarlos en casa», detalló el director de la tienda, aunque advirtió que ahora «se están potenciando mucho los servicios de recogida, transporte y montaje, y están a precios muy asequibles».
Ayer mientras los medios de comunicación recorrían los pasillos de la nueva tienda sueca, los trabajadores se afanaban en dar los últimos retoques a las distintas secciones: iluminación, colocación de etiquetas, marcado de precios, etc. Todo tiene que estar listo para el próximo sábado, cuando podrán entrar los clientes poseedores de la tarjeta Ikea Family. Hasta entonces quienes tendrán que trabajar a marchas fozadas son los operarios que acondicionan los accesos, todavía con algunos tramos de tierra. No obstante, los responsables de Ikea mantuvieron que todas las vías de entrada al espacio comercial estarán habilitadas para el día 20 excepto la que comunica directamente con La Flecha a través de un puente sobre la A-62. «El sábado se podrá acceder a la tienda través de la salida 130 de la A-62, atravesando el barrio de Sotoverde, pero el día 20 tendremos todos los accesos previstos habilitados, además de la 130, las salidas localizadas en los kilómetros 127 y 128», insistieron.