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Comienza a salir del túnel. Lleva nueve meses de purgatorio y vislumbra que el cielo le puede esperar. Desea ser un medio centro importante en la fase decisiva de esta campaña. Nuri Sahinfichó por el Real Madrid cuando estaba lesionado desde el 17 de abril. La culpa, un esguince de ligamento de la rodilla derecha sufrido en el Borussia Dortmund. El alemán anticipó su preparación en Valdebebas, a primeros de julio, para llegar en forma a la pretemporada de California y ganarse el puesto con Mourinho. Lo malo es que en la segunda sesión de trabajo volvió a ser baja, por un esguince de ligamento de la otra rodilla, la izquierda. Una dolencia en la que recayó otra vez en agosto, de manera más grave. Para decepción de su entrenador, no pudo debutar en la primera jornada de la Liga. Tuvo que atrasar su estreno oficial hasta el 6 de noviembre, frente al Osasuna. Ha realizado una segunda pretemporada. Ahora comienza a tener el nivel físico adecuado. Ante la Ponferradina dejó los primeros detalles de su calidad.
Elegido mejor futbolista de la Bundesliga, no se le ha olvidado jugar al fútbol. Ayer demostró la actitud que exige su técnico. Marcó su primer gol en el Madrid. Y dio un pase de oro para que el magnífico Callejón anotara su segundo tanto de la noche y el sexto en los últimos cuatro partidos.
Sahin exhibió con pinceladas toda su baraja de posibilidades. Tocó en corto, hizo paredes y se enrabietó cuando los compañeros no le devolvieron la pelota. Ese es el Nuri que desea Mourinho. Para militar en el Madrid hay que tener hambre de triunfo. A Karim le sucedía lo mismo hace un año. Ya la tiene. El alemán deberá tomar el mismo sendero que el francés si quiere que el portugués cuente con él. «Solo pido minutos», advertía después del encuentro.
Le falta poder defensivo
Pecó de debilidad en la faceta defensiva. Perdió un balón en el centro del campo que supuso un ataque peligroso del rival. Tiene que potenciar su capítulo destructivo si aspira a ser el dúo dinámico de Xabi. Hay que saber hacer hacer faltas si es necesario.
Varane sí tiene la capacidad de no hacer faltas, una cualidad casi irrepetible. El central anotó una diana y volvió a dejar claro que puede ser el líder de la defensa de los próximos diez años, como subraya su técnico. A su derecha jugó otro chaval, Casado (Madrid, 20-6-1989).El lateral zurdo estuvo perfecto. Entró con fuerza, seguro, defendió sin complicarse la vida y no arriesgó ningún balón.
Mourinho dio minutos a Nacho, Pacheco y Joselu, que firmó una diana y fue ovacionado por el público. El Madrid batió el récord de imbatibilidad en la Copa, que la Quinta del Buitre tenía en 563 minutos. Alcanzó los 616. No recibía un tanto desde el 13 de enero, cuando venció 3-1 al Atlético. Mourinho quiere también esta Copa.
