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Los ganaderos de bravo han tenido que irse adaptando en los últimos años a una nueva realidad del toro, donde en mucho casos, las fincas simplemente no se pueden mantener con la actividad ganadera por lo que han apostado por otras vías, entre las que destaca el turismo alrededor de este animal. Ana Hernández Zaballos fue pionera en la provincia de Salamanca y en la Comunidad en apostar por la explotación turística de la ganadería familiar creando la empresa Faenas Camperas, en la localidad de Cabeza de Diego Gómez. Ahora esta práctica podrá generalizarse y contará con el apoyo de la Administración regional después de que el pasado lunes la consejera de Cultura anunciara la inclusión de los toros entre la oferta turística de la región.
Pese a las grandes dificultades de sus comienzos y el gran esfuerzo que le ha supuesto rentabilizar el negocio, Ana considera que «se puede vivir de esto», como lo demuestra la evolución que ha tenido su empresa que comenzó con un salón para comidas en la finca ganadera, para posteriormente abrir cuatro habitaciones y recibir la calificación de Posada y más recientemente habilitar otras ocho nuevas habitaciones.
Como pionera en este campo y consciente de las dificultades que ha tenido sacar adelante este proyecto, cree que el apoyo institucional es «fundamental y necesario» para abrir una nueva puerta «muy importante económica y culturalmente». Hernández defiende que la realidad del toro en el campo «es un reclamo turístico con un gran potencial», sobre todo para el mundo rural y provincias como Salamanca.
También curiosos
La responsable de Faenas Camperas destaca que lejos de lo que pueda parecer «la mayor parte de nuestros clientes no son aficionados a los toros, sino turistas y curiosos que quieren conocer de cerca cómo vive y se desarrolla este animal único en un ecosistema, también único como es el de la dehesa». Cuando inició este negocio, junto a sus hermanos y su marido principalmente, «todos nos veían con escepticismo» y pocos creyeron en un proyecto que se ha ido consolidando en el tiempo y «ese mismo tiempo ahora nos ha dado la razón y también ahora las instituciones». Hernández asegura que para que este tipo de iniciativas «resulten realmente rentables» y tengan un potencial económico destacado es necesaria una regulación concreta para este sector, ya que en la actualidad las empresas tienen que darse de alta en la actividad de Turismo Activo, ya que no hay una normativa específica para ello.
