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Antonio Sanz (PP)
«No es buen ejemplo que los altos cargos mantengan sus pluses y se le recorte el sueldo a los funcionarios»
Consejera Susana Díaz
«Los consejeros de la Junta son los que cobran menos de España y solo hay un presidente que cobra menos que Griñán»
El primer pleno de la IX legislatura arrancó ayer con la vista puesta en la comparecencia de la consejera de Presidencia, Susana Díaz, por cuanto se esperaba que terminara de definir cómo queda la administración andaluza tras la reducción de las consejerías y la disminución al 50% de la estructura periférica, esto es, las delegaciones provinciales. La consejera, sin embargo, no aportó novedad alguna a lo ya sabido, esto es, que las consejerías se han reducido de trece a once y que los delegados de la Junta en las provincias se reducen a la mitad.
Díaz presumió en su comparecencia de que la Junta ha planteado una estructura más austera, «con menos consejerías en su apuesta por la reducción de altos cargos, tanto en los centros directivos como en su organización periférica». Esta reducción fue también aplaudida por su socio de Gobierno. Así, el portavoz de IU, José Antonio Castro, consideró que «la estructura presentada es la mejor entre la austeridad y la eficiencia».
Sin embargo, esta reducción de puestos directivos contrasta con el mantenimiento de privilegios de altos cargos de la administración, tanto en forma de pluses de productividad, que superan los 3.400 euros en la Consejería de Economía, como en las empresas públicas, donde hay responsables que siguen cobrando un sueldo mayor que el del presidente de la Junta, José Antonio Griñán. Cierto que el pacto firmado entre PSOE e IU pretende acabar con esto, pero también es cierto que la Junta se comprometió a hacerlo hace años y aún no lo ha cumplido, algo que contrasta con la bajada del 5% del sueldo a los funcionarios y laborales de la Junta.
Por ello, no es extraño que el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, le afeara a la consejera de Presidencia en su réplica que «no es buen ejemplo que los altos cargos mantengan sus pluses mientras le recortan el sueldo a los funcionarios».
Este fue uno de los primeros cruces dialécticos que protagonizaron el Gobierno y el PP en uno de los temas que a buen seguro será recurrente en esta legislatura: la austeridad en tiempos de crisis. Susana Díaz no negó en su intervención, aún más propia de una secretaria de Organización del PSOE que de una consejera de Presidencia, que los directivos de la administración andaluza disfruten de esos pluses de productividad, pero cargó las tintas contra el PP con el agravio comparativo.
«Los consejeros de la Junta son los que cobran menos de España y solo hay un presidente que cobre menos que Griñán», manifestó la socialista en una intervención que se caracterizó, sobre todo, por justificar los recortes de la Junta en el «imperativo legal» que supone asumir los nuevos presupuestos del Estado diseñados por el Gobierno de Rajoy.
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Y es que si de algo se habló ayer en el Parlamento y se continuará hablando hoy es de recortes, pero sólo de los de Rajoy, ya que PSOE e IU impidieron ayer con sus votos a que el Gobierno andaluz compareciera para explicar el «tijeretazo» de 2.700 millones dado a sus cuentas para cumplir con el objetivo del déficit. Con esta decisión el Ejecutivo de Griñán dejaba clara su intención de no permitir debates incómodos y apostaba claramente por el que será otro de los temas recurrentes de la legislatura: la confrontación con el Gobierno.
A ello se dedicará hoy el debate general del segundo día, aunque la tarde de ayer bien pudo verse como un ensayo general de aquel. Y es que la intervención sobre la nueva estructura del Gobierno, pero también las del resto de iniciativas debatidas, volvieron a ser utilizadas por el Gobierno para tratar de justificar los recortes aplicados y achacárselos a Rajoy. Así, Susana Díaz se dedicó a amplificar buena parte de la intervención de Griñán el día anterior, asegurando que el PP «gobierna contra Andalucía», cuya «única hoja de ruta es destruir el Estado del Bienestar». Este fue el tono empleado ayer por la consejera quien también tuvo palabras contra el líder del PP-A, Javier Arenas, para afirmar que el «bipartito lo tiene el PP en sus filas: los que quieren que se vaya y los que quieren que se quede. Que se lo diga a Oña que es la primera que lo ha animado a irse».
Ante el cariz que tomó el debate, Sanz se afianzó en que el Gobierno de coalición PSOE-IU es «más radical, menos institucional y pensado para la confrontación». Por ello, entiende que no puede achacarse a Rajoy, que lleva seis meses en el Gobierno, el 1,3 millones de parados que hay en Andalucía ni tampoco el «sello antisocial» de perpetrar el «mayor recortazo social de la historia andaluza».






