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No le falta razón a Pepe Mel cuando dice que la clasificación a estas alturas de la Liga es anecdótica. El estar arriba en la tabla en el mes de septiembre no significa que en la recta final el equipo vaya continuar en las mismas posiciones, pero sí es cierto que todo el trabajo que pueda adelantar el Betis ahora será bienvenido en el futuro. Porque a nadie se le escapa que el objetivo real de los verdiblancos es la permanencia, pero hacer un doce de quince sería tan importante como el doce de doce del año pasado. Se presupone, o eso esperan los béticos, que en esta campaña no habrá rachas tan negativas como la del uno de treinta por la que pasaron los heliopolitanos en su vuelta a Primera, de ahí que no tocaría pensar en Europa, pero sí en pasos de gigante hacia la salvación.
