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Un apagón que hizo pensar en lo peor y una rotura del banderín en el saque de un córner quedaron en anécdota gracias a Adrián. El guardameta del Betis, que se estrenaba como titular, fue el gran protagonista de la noche, más allá de que los verdiblancos se impusieran a la Real Sociedad por 2-0. El primer gol llegó temprano, gracias a un cabezazo de Paulao, mientras que para el segundo hubo que esperar a la recta final, cuando apareció Rubén Castro, también de cabeza. Pero más allá de lo que diga el marcador, en el partido pudo pasar cualquier cosa, porque las sensaciones del Betis siguen sin ser buenas. Tuvo que aparecer mucho Adrián. Demasiado. Aunque afortunadamente lo hizo de una forma excepcional. Eso sí, dejando a un lado las sensaciones, los números sí acompañan a los de Heliópolis, que con doce puntos, se ponen en la zona alta de la tabla.
Cuando en Vallecas se fue la luz en el partido entre el Rayo y el Real Madrid todo el mundo recordó que la última ocasión en la que ocurrió algo parecido en el Benito Villamarín. Y se repitió, aunque afortunadamente tuvo final feliz. Porque justo cuando los jugadores se iban a disponer a saltar al césped, hubo apagón. Todo se arregló en diecisiete minutos, el retraso que tuvo el partido. Y precisamente ese mismo número fue determinante una vez rodó la pelota. Porque tras un inicio en el que el Betis se hizo con el dominio, llegó el tanto local. Fue de Paulao en un saque de esquina de Juan Carlos, quien sería protagonista instantes después en una jugada que bien sirve para definir lo que fue la primera mitad. El extremo fue a sacar otro córner y rompió el banderín, un despropósito que fue la nota predominante hasta que el colegiado pitó el descanso. Porque, aunque el Betis tuvo más la pelota, los dos equipos se caracterizaron por las pérdidas de balón y los fallos. El peligro de las áreas desapareció hasta los últimos minutos, cuando Adrián se convirtió en el héroe bético. Porque el canterano realizó dos paradones que saldrán una y otra vez en los resúmenes de la semana, sobre todo el segundo de ellos.
No cambió mucho la dinámica en el inicio de la segunda mitad. Los errores continuaron, aunque en esta ocasión fue la Real Sociedad el que tomó la iniciativa. Tal fue así que Mel comenzó a mover el banquillo, porque Adrián apareció demasiado en todas las jugadas del partido. Quitó a Nosa para que Agra aportara en ataque y en defensa, y luego metió a Rubén Pérez por Pozuelo para que ayudara a Cañas y Beñat en la medular. Pero los cambios no sirvieron para mucho, ya que los visitantes siguieron siendo los que mandaron en el partido. Eso sí, los vascos no tuvieron afinado el punto de mira, por eso Montanier también comenzó el carrusel de cambios. No le sirvieron para mucho, ya que el partido bajó mucho en intensidad, algo que agradecieron los de Pepe Mel. Y cuando no se sabía bien lo que iba a ocurrir, aparecieron los dos mejores jugadores que tiene el Betis. Beñat puso una falta lateral en la cabeza de Rubén para que canario sólo tuviera que empujarla y dar tranquilidad a los béticos. Fue clave ese tanto a nueve minutos del final, ya que el cuadro heliopolitano se limitó a esperar a la Real Sociedad atrás e intentar seguir saliendo a la contra. El marcador no se movió y el Betis, tras dos derrotas consecutiva, volvió a la senda de la victoria y, lo que es más importante, ya suma 12 puntos y se coloca en lo alto de la clasificación.
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