«Los niños ricos de Instagram («Rich Kids of Instagram») tienen más dinero que tú». Es lo que reza el blog que aloja las deidades de los jóvenes más ricos del mundo. Fotos donde mostrar su opulencia, sus riquezas y sus (des)vergüenzas. Instagram, un escaparate para ellos y una forma, para el resto de mortales, de señalar con el dedo.
La recopilación de fotos, publicadas en Twitter bajo el hashtag «#rkoi», es apabullante: desde una enorme sala de una casa convertida en bolera, un tobogán en un yate privado, un Bentley de regalo de cumpleaños acompañado de un «Te quiero, papi», las dudas de un adolescente entre unos Louboutin y unos Balenciaga, decenas de bolsas de Louis Vuitton seguido de un «¿Problemas con las compras?» hasta una funda de iPhone de oro, un cachorro de león de mascota, facturas de más de 90.000 dólares —a ver quién la tiene más «grande»— o fiestas con etanol, pero no de cualquiera, sino de champán Moët & Chandon o Dom Pérignon.
Así, los hijos de los millonarios —o los «niños de papá», como habitualmente se les llama— se han puesto de acuerdo para presumir de caprichos no aptos para todos los bolsillos. Eso sí, como seguramente la mayoría de los ámbitos en los que se muevan, éste también es selecto. Para pertenecer al «#RKOI group» debes cumplimentar una solicitud. ¿Un consejo? Piden que subas una foto tuya, así que es aconsejable que seas lo más lujoso y excéntrico posible.
El blog, alojado en Tumblr y cuyo creador es anónimo, ha levantado ampollas en gran parte de la sociedad que, a diferencia de estos jóvenes, no se mantiene ajena a la crisis económica.
Otros se lo toman con ánimo y tienen su propio escaparate de lujo: «Creo que me voy a apuntar a la moda #rkoi y voy a poner fotos de mis desfases con la pasta. Aquí mi ostentoso desayuno», publica un usuario en Twitter.
Y es que ante la falta de dinero, ya se sabe: humor.









