La producción de castaña desciende alrededor de dos tercios respecto a la pasada campaña
En el Valle del Genal, los productores han recogido un 60% menos que en 2021, mientras que en la Sierra de Aracena, señalan que «no recuerdan un año tan malo como este»
La temporada de recolección de castaña en Andalucía ya ha finalizado en el malagueño Valle del Genal , con un descenso de hasta dos tercios en la producción con respecto a la pasada campaña, mientras que en la Sierra de Huelva, la otra gran productora andaluza, la temporada está finalizando con la recolección de las variedades más tardías, que está siendo «mala» o «extremadamente mala», según los casos, con una merma similar a la de Málaga.
La cooperativa de 2º grado ‘Valle del Genal’, que recepciona castañas de productores de Pujerra y Jubrique, ha recibido entre 200.000 y 400.000 kilos, un 60 por ciento menos que la pasada temporada. Este descenso se debe, según ha explicado Cati Chicón, presidenta de la cooperativa de primer grado «San Antonio» de Pujerra, a la escasez de precipitaciones y a las elevadas temperaturas que han debido soportar los castaños de forma prolongada, a lo que hay que sumar la merma que está provocando la plaga de la avispilla del castaño.
La reducción de la cosecha de la variedad «pilonga», que predomina en el Genal, está ligada a la calidad de las castañas, que es excelente en su mayoría, está sana y tiene buen calibre, según ha manifestado Chicón, quien se ha quejado de los precios reducidos a los que se está comprando la castaña, en torno a los 0,20 céntimos. La situación es tal que «si se mantiene, los productores podrían dejar el fruto en el campo», ha señalado.
El 50% se comercializa en Europa y el resto en el mercado interior
En cuanto al proceso que siguen las castañas malagueñas hasta su comercialización, Luis Burgos, gerente de la cooperativa de ‘Valle del Genal’ ha indicado que en primer lugar se hace un precalibrado del fruto. A continuación, se lleva a cabo la esterilización, el calibrado por tamaño y se introducen las castañas en una cámara de 12 a 24 horas. Después de quitar las castañas que no están en las mejores condiciones y, se envasan según demande el cliente.
Con posterioridad, según Burgos, la cooperativa se dedica a comercializar el fruto tanto en España como en países como Italia, Suiza, Holanda, Portugal, Alemania, Francia o Inglaterra. Se estima que el 50% de castañas se vende en territorio nacional y la otra mitad se envía al extranjero.
En el Genal hay una superficie de 3.900 hectáreas dedicadas al cultivo del castaño, donde unas 1.500 familias del entorno obtienen parte de sus ingresos de la castaña.
Caída del 60 por ciento de la cosecha
En la Sierra de Aracena, la otra gran zona productora, se espera también una caída del 60 por ciento de la cosecha, con respecto a campañas anteriores, «por la falta generalizada de precipitaciones y las graves consecuencias de la sequía en el castañar». Según los productores, «no se recuerda un año tan nefasto como este». La recolección de la castaña temprana,- añaden-, ha sido «casi nula»;, y la tardía está siendo «muy mala» o «extremadamente mala».
El propietario de una pequeña finca de entre 3 y 4 hectáreas, en el municipio onubense de Castaño del Robledo, ha explicado que si un año normal recoge entre 2.000 y 3.000 kilos de castañas, este año apenas ha podido cosechar unos 300, lo que le ha supuesto dejar de ingresar entre 2.000 y 3.000 euros. «Para esa cantidad,-añade- no hemos tenido ni que contratar «apañadoras», porque las hemos podido coger entre mi hijo y yo».
Así, mientras en los catorce municipios productores de la Sierra de Aracena «antes se vivía del castañar», desde hace ya varios años, por la bajada de la rentabilidad, la actividad ha pasado a ser un «complemento» en los ingresos de muchas familias, ya sea como propietarias de fincas, o como «apañadoras», hasta el punto de que «hay propietarios que incluso están abandonando sus castañares».
En este sentido, cabe destacar que la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, cuenta con una superficie de 5.000 hectáreas de castañar, de las que solo 3.000 se encuentran en producción, debido al estado de abandono de la mitad de las fincas por parte de sus propietarios. Entre otras causas, se encuentran los bajos precios de la castaña, las plagas, la falta de reposición de árboles viejos, y los elevados costes de producción y mantenimiento.
Cooperativas en Huelva
En la comarca onubense existen dos cooperativas dedicadas al tratamiento y comercialización de castañas, «La Esperanza», en Los Marines, y «Castañera Serrana», en Galaroza. Sus directivos reconocen que si bien el volumen de la cosecha este año «estará mermado por la climatología adversa, el fruto que está entrando tiene buenas condiciones, lo que permite la aceptación en los distintos mercados tanto para consumo en fresco como transformada».
Se trata de los únicos operadores de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche que controlan la sanidad del producto, abordando para ello procesos de esterilización y selección del mismo. Ambas cooperativas defienden el cooperativismo en la zona y tienen proyectos conjuntos, destacando entre ellos la «comercialización de la castaña fresca, así como la ampliación de las instalaciones con el fin de abordar procesos de transformación del producto».
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