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Rebaño de angus / Agrónoma
Cambio Climático

La gran oportunidad para salvar definitivamente a la dehesa

«La población autóctona ha sido capaz de integrar armoniosamente durante siglos a árboles, pastos y ganado, para aprovechar de una forma racional todos los recursos de los suelos más pobres de la península»

2 diciembre 2019, 11:43

«El portentoso trípode que forman la dehesa, la ganadería extensiva y el acervo cultural propio de este ecosistema, basado en un modelo de economía circular ancestral, puede ser la mejor aportación de España a la nueva PAC (2021-2027) para ayudarle a conseguir sus objetivos medioambientales, para la amortiguación del Cambio Climático».

Estamos atravesando momentos muy delicados para consolidar la herencia natural que dejaremos a las futuras generaciones. La Naturaleza se siente agredida y está dando muestras de su ingente capacidad de respuesta. Por tanto, estamos obligados a revisar nuestros modelos de producción intensivos y ofrecer alternativas sostenibles capaces de revertir el daño que estamos causando con nuestros excesos al medio ambiente y al bienestar de los animales.

Ha llegado la hora de reflexionar sobre lo que estamos haciendo, en qué nos estamos equivocando, y rectificar urgentemente, antes de que sea demasiado tarde. En este contexto de preocupación general, hay algunas cosas que ya casi nadie discute, como es el caso del cambio climático y la repercusión que en ello tienen los modelos agroganaderos superintensivos, generadores de contaminación en los suelos, acumulación de gases de efecto invernadero y desaparición de biodiversidad.

Origen de los alimentos

No se puede seguir diciendo a los consumidores y a la sociedad que todos los alimentos que encuentran en el mercado son de mucha calidad y producidos respetando la naturaleza, porque no es verdad, ya que ni tienen el mismo origen ni se obtienen de la misma forma. En el caso concreto de los alimentos procedentes de la producción animal, los sistemas modernos superintensivos tienen como objetivo principal producir mucha cantidad en poco tiempo y a bajo coste, con el fin de lograr ser competitivos en un mercado globalizado.

Para simplificar se podría decir que en ellos prima la cantidad producida sobre la calidad de la producción. Estos logros competitivos llevan inherentes que se produzcan en ciertas situaciones casos de contaminación ambiental y abusos sobre el bienestar de los animales, por lo que cada día están siendo más cuestionados y rechazados por buena parte de la sociedad.

Por eso, su sostenibilidad con vistas al futuro en países desarrollados está en entredicho. Por otro lado, y por suerte para todos, hay otras formas o métodos de producción animal, conocidos como sistemas tradicionales extensivos que, a diferencia de los anteriores, tienen como objetivo principal el aprovechamiento racional de los recursos naturales existentes en el campo (pastos y forrajes), haciendo uso de nuestras razas autóctonas, que gozan de un alto grado de bienestar (pastoreando en libertad) y que, no solamente no contaminan el medio natural, sino que, por el contrario, protegen el suelo, hacen paisaje, mantienen ecosistemas, mejoran la biodiversidad y, sobre todo, aportan armonía, vida y equilibrio a nuestros campos y abastecen de Bienes Públicos (aire y agua limpia) a toda la sociedad.

Estos sistemas de producción animal son los verdaderamente sostenibles con vistas al futuro, porque dan respuesta a las demandas de una sociedad actual cada día más formada, informada y exigente con respecto a todo lo que tiene que ver con la conservación medioambiental, el respeto al bienestar de los animales y el desarrollo rural.

PAC post 2020

En el contexto actual europeo, de gran sensibilidad y preocupación por todo lo que tiene que ver con el Cambio Climático y la nueva PAC (2021-2027), España, debido a sus características edafoclimáticas (el 65% del territorio no es cultivable) y a su extraordinaria riqueza cultural ganadera (más de 150 razas autóctonas con siglos de historia), que ha sido enriquecida día tras día con un manejo ganadero apropiado para el aprovechamiento racional del campo, puede conseguir hacer de punta de lanza para penetrar con fuerza en la elaboración y desarrollo de la nueva PAC (2021-2027) que quiere tener a la Agricultura y Ganadería como un pilar fundamental de la UE, para cumplir con los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático (2016).

De hecho, en las negociaciones que actualmente se están llevando a cabo, se está tratando de conseguir que hasta el 40% de las Ayudas a la Renta de la nueva PAC vayan destinadas a los productores que realicen prácticas y sistemas de manejo especialmente beneficiosas para el medio ambiente. Es, por tanto, la gran oportunidad para que España haga valer ante sus socios europeos, la enorme riqueza cultural y social que atesora en muchos de sus ecosistemas agrosilvopastorales, como es el caso de la dehesa.

La dehesa es una «joya» medioambiental milenaria de incalculable valor social y cultural, crisol de conocimientos ancestrales, en la que la población autóctona ha sido capaz de integrar armoniosamente durante siglos a árboles, pastos y ganado, para aprovechar de una forma racional todos los recursos que se pueden obtener de los suelos más pobres y desfavorecidos de nuestra península.

Protección ambiental

No es posible encontrar en Europa un ejemplo mejor, ni más contrastado de protección ambiental, respeto al bienestar de los animales y economía circular (sostenibilidad) que, además y afortunadamente, cumpla con los principales requisitos que se exigen en las producciones ecológicas (modalidad de manejo especialmente recomendada por la PAC).

Tanto es así, que, siendo hoy España el primer país de la Unión Europea (el cuarto a nivel mundial) atendiendo al número de hectáreas registradas como ecológicas (2,2 millones de hectáreas), el 50% de ellas (alrededor de 1,1 millones de hectáreas) están declaradas como pastos, y la inmensa mayoría de éstas son dehesas.

Precisamente, por estas circunstancias especiales que reúne nuestra dehesa desde el punto de vista medioambiental, social y cultural, ha sido posible que España sea pionera en Europa en el desarrollo e implantación de un ejemplar modelo de la ganadería ecológica, y tenga a gala ser también pionera en crear, en la Universidad de Córdoba, la Cátedra de Ganadería Ecológica, desde donde, desde hace alrededor de 30 años, se ha venido difundiendo y ayudando a expandir la ganadería ecológica por toda la geografía española.

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