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Campaña de olivar de almazara / Jaime García
Campaña 2020/2021

Situación inédita: el consumo mundial de aceite de oliva superará a la producción

Por primera vez en la historia, con una cosecha superior a los tres millones de toneladas, la demanda será superior a la oferta oleícola

05/11/2020 Actualizado a las 13:54

Buenas perspectivas para los olivareros andaluces. La nueva e incipiente campaña de molturación de aceite de oliva arranca con optimismo, al menos, en lo que a mercados y precios se refiere.

Y es que, según el informe de coyuntura elaborado por el equipo de Juan Vilar, consultor estratégico especializado en el sector oleícola, «el consumo mundial del zumo de la aceituna (3,14 millones de toneladas) estará por encima de la producción (3,11 millones de toneladas), algo que no ocurría en décadas y una circunstancia completamente inédita atendiendo a una oferta de aceite de oliva global por encima de los tres millones de toneladas».Así, según señala el experto, «las previsiones este año sitúan al consumo oleícola entorno a un 7% por encima de la producción».

En concreto, en la presente campaña se prevé una cosecha mundial de 3,11 millones de toneladas, un 3,4% menos respecto a la anterior. Esta caída se debe a la pérdida que experimentan todos los países productores del arco mediterráneo a excepción de España, que crece con una producción por encima de la media estimada en torno a 1,6-1,7 millones de toneladas.

De esta cantidad, aproximadamente 630.000 toneladas se producirán en Jaén, 310.000 toneladas en Córdoba, 175.000 toneladas en Granada y 115.000 en Sevilla, que sería la cuarta provincia productora andaluza.

En el ámbito internacional, Italia se situará en torno a 270.000 toneladas de aceite de oliva, Grecia producirá unas 240.000 toneladas, Marruecos 140.000 toneladas, Túnez unas 130.000 toneladas y Portugal rondará las 120.000 toneladas.

La razón principal que explicaría estas caídas productivas en los principales competidores de España está en la vecería del olivo. «La mayor parte del olivar de estos países es tradicional, como es el caso de Italia, Grecia o Túnez, que el año pasado (campaña 2019/2020) tuvieron una cosecha razonablemente alta. Especialmente Túnez, país que marcó los precios de tendencia a la baja durante todo el ejercicio pasado, o Portugal, que tuvo cosecha récord con 150.000 toneladas aproximadamente», explica Vilar.

Liderazgo productivo

Esta caída potencial de la producción allana el camino a España para ejercer su liderazgo oleícola mundial. «España ha sabido conjugar adecuadamente su conocimiento tradicional del cultivo con las nuevas tecnologías, convirtiéndose en el mayor productor mundial de aceites de oliva, ya que más de la mitad (52%) de los aceites que se produzcan en los cinco continentes será de origen español».

Este liderazgo, sin embargo, no ha servido hasta ahora para poder influir en unos precios hundidos desde hace más de dos años y que no se han recuperado, aunque para respiro del sector, en las últimas semanas se vienen sucediendo leves repuntes en las distintas categorías. Además, se da otra circunstancia favorable en este inicio de campaña y es la falta de disponibilidad de aceites de oliva virgen extra (AOVE), el de mayor calidad comercial.

El mercado ha reaccionado a esta escasez mundial de AOVE con una subida de las cotizaciones. De hecho, se han cerrado operaciones a futuro por encima de los 3 euros el kilo. «Los primeros aceites vírgenes extra se van a producir en Portugal. Es por ello que podemos ver cotizaciones de hasta 3,20 euros el kilo en el país vecino desde mediados de este mes, cediendo de forma gradual por semanas, situándose los precios a principios de campaña en España entorno a 2,40-2,50 euros, siempre hablando de vírgenes extra de calidad solvente. Más adelante irían minorando algo, pero manteniéndose al menos en 2,25-2,35 euros/kilo hasta finales de enero», señala el también el profesor de la Universidad de Jaén, Juan Vilar.

A este respecto apunta que, como es difícil prever la duración de estos precios, el consejo del experto al sector es «producir y vender todo el aceite virgen extra que se pueda durante el principio de campaña, donde va a estar el valor diferencial».

Respecto a la categoría lampante, el analista señala que «no se prevé que haya disponibles en España por lo menos hasta finales de enero y esta ausencia en cuanto a expectativas ha tirado al alza el precio de esta categoría, con mejoras de precios en las últimas tres semanas».

A este respecto, Vilar recuerda que «España es el país con mayor número de refinerías de aceite de oliva, industrias que precisan una cantidad de lampante mensual del orden de 70.000-80.000 toneladas y que han tenido que incrementar su demanda para abastecerse, provocando la subida de los precios de la calidad lampante. Precios que, previsiblemente, se deberían mantener hasta mitad del mes de enero, cuando se produzcan en cantidad lampantes españoles».

Por consiguiente, de darse la situación reflejada en este informe, sujeto a la prudencia por posibles variables climáticas, circunstancias sociopolíticas y económicas e incluso por la evolución propia de la pandemia, «nos podríamos encontrar ante un punto de inflexión en el sector del aceite de oliva, con una leve mejoría de precios, al menos para algunas categorías. Todo ello, ratificado por la evolución positiva del consumo sobre la producción y la ausencia de vírgenes extra en origen», subraya el consultor oleícola internacional.

Comercialización

La campaña pasada (2019/2020) ha sido de producción corta, con 1.125.240 toneladas (el volumen más bajo de las últimas cinco campañas), pero sin embargo ha finalizado siendo récord en cuanto a la comercialización.

Así lo constatan los datos hechos públicos por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que registran unas salidas de 1.625.630 toneladas, de las que 1.115.000 toneladas fueron exportaciones y 509.490 se destinaron al mercado interior.

Esta campaña podría seguir la buena racha comercial de la anterior, e incluso superarla, debido a que las disponibilidades de aceite en el mercado internacional van a ser escasas, así que muchos países se verán obligados a recurrir a aceites españoles para satisfacer su demanda. De hecho, «Italia no tiene este año capacidad para abastecer sus necesidades de consumo interno y exportación, y lo mismo le ocurre a Túnez, a Grecia y a Portugal», destaca Juan Vilar.

Los precios, en manos de cuatro países

Los países productores de aceite de oliva más influyentes en el mercado internacional y que ejercen presión sobre los precios son cuatro: Portugal, Italia, España y Túnez.  Así, Portugal es el que mayor influencia ejerce sobre los precios a principios de la campaña oleícola, ya que es el primero en tener aceites vírgenes extra de todo el hemisferio norte. Un país que empieza a producir a precios altos, al igual que Italia, otra de las naciones que fomenta la tendencia al alza en el aceite de oliva.

Luego está España, líder mundial en volumen de aceite de oliva. Se produce mucho aceite español y hay que venderlo, generalmente con una estrategia orientada a competir por precio y a la baja, lo que repercute en el mercado.

Por último, destaca Túnez, otro de los países que hace que los precios tiren a la baja. El año pasado, Túnez fue quién marcó los precios en origen a nivel mundial, contrarrestando cualquier estrategia para poder subir las cotizaciones y dejando con efecto nulo herramientas de gestión de crisis autorizadas por Bruselas como el almacenamiento privado.

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