«En los olivares de regadío estamos intentando echar agua como podemos para aguantar el verano»
Las últimas precipitaciones mejoran el estado vegetativo de la arboleda, pero el volumen del cuaje, en general, no ha sido positivo y se ve poco fruto en la mayoría de las parcelas
La cosecha de aceituna en Andalucía cada vez es más más corta, sin duda, por el cambio climático, que conlleva el propio agotamiento de la arboleda. Las secuelas del grave déficit hídrico acumulado, al que se han sumado las prolongadas olas de calor de los últimos meses, hacen el resto. Los daños causados el año anterior a los árboles se han extendido incluso a la campaña de verdeo de este año y condicionarán la futura producción.
A pesar de las últimas lluvias, que apenas se han notado en el campo andaluz, los agricultores siguen sufriendo los estragos de la sequía y las olas de calor que continúan y que afectan a la floración, lo que está llevando al campo al borde del colapso, y muy especialmente al olivo. Este calor anómalo ha hecho que la floración se adelante en el sur del país incluso que se quemen las flores de la aceituna, haciendo peligrar la cosecha de este año.
Según ha señalado Juan Luis Ávila, responsable de COAG, «la cosecha de secano se da por perdida, mientras que en el regadío estamos intentando echar agua como podemos, lo mínimo, porque luego tenemos que pasar los meses de junio, julio, agosto y septiembre». Ávila añade que parece la queja recurrente de los agricultores, pero con los datos en la mano «la dotación de agua es de 400 metros cúbicos» cuando lo normal suele estar en torno a los 1.500.
Estado del cultivo
Según el último informe de la Junta de Andalucía sobre el estado de los cultivos en la provincia de Sevilla, la fenología dominante del olivar es la de fruto cuajado e incluso endurecimiento del hueso en más de la mitad de las parcelas. Las lluvias caídas mejoran en muchos casos el estado vegetativo de la arboleda, pero el volumen del cuaje en la provincia, en general, no ha sido muy positivo y se ve poco fruto en la mayoría de las parcelas.
En la provincia de Jaén, el estado fenológico más tardío del olivar es el G2 (Fruto cuajado) y el predominante el H (Endurecimiento del hueso). Según recoge el mismo informe de la Junta, en las comarcas jienenses Campiña Norte, Campiña Sur, Sierra Morena y La Loma, la fenología que predomina es la de endurecimiento del hueso en las más adelantadas y comienzo del crecimiento de frutos cuajados.
La floración en Jaén fue positiva dónde se pudo regar, pero en los secanos fue negativa. Se ha producido mucho descarte natural. La variedad predominante en esta provincia es Picual, con marcos de 10x10m, marco tradicional. De momento no se está viendo incidencia de mosca. En zonas dónde se labra se pasa el cultivador para las malas hierbas y se están cerrando grietas con rastrón.
El estado fenológico del cultivo en la provincia de Cádiz es más tardío, concretamente el G2 (Fruto cuajado). El más adelantado, el H (Endurecimiento del hueso), se encuentra en la zona de Olvera. En las comarcas gaditanas de La Campiña y La Janda, los olivos se encuentran en fase de endurecimiento del hueso. El cultivo presenta adelanto en estas zonas. Los olivos muestran mermas debido a pérdidas en floración por el calor.
Crecimiento en Córdoba
En Córdoba, el estado fenológico dominante es el G2 (Fruto cuajado) (77%), comenzándose a observar H (Endurecimiento del hueso) (20%) y quedando presencia aún en zonas más atrasadas de G1 (Caída de pétalos) (3%). En Huelva, los olivos se encuentran en fase de endurecimiento del hueso, con el fruto formado. El cuaje no ha sido bueno debido a las altas temperaturas en floración, que se ha llevado mucha trama.
En la provincia de Granada, el estado fenológico predominante en el olivo es el G2 (Fruto cuajado), encontrándose los más adelantados en H (Endurecimiento del hueso). En las comarcas de La Vega y Montefrio se observan parcelas comenzando la fase de endurecimiento del hueso. En zonas como La Costa y Valle de Lecrín, los frutos están recién cuajados, con el tamaño de una cerilla y en crecimiento.
Previsiones meteorológicas
En cuanto a las previsiones meteorológicas en Andalucía para las próximas fechas, todos los pronósticos apuntan a un escenario de falta de precipitaciones hasta el otoño que dibuja una panorámica inédita, con una cosecha que, salvo milagro, podría echarse a perder, y unos olivares que en el caso del regadío sufrirán grandes daños si no hay dotación de agua, en tanto que el secano subsistirá a duras penas.
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