
La falta de lluvias rebaja las previsiones sobre el verdeo: 495.000 toneladas y disponibilidad ajustada
Asaja Sevilla pide a las administraciones que flexibilicen el acceso a la mano de obra, cuya escasez está afectando a la campaña
La de aceituna de mesa es campaña que, como avanzaban desde Asaja Sevilla a inicios de septiembre, llega retrasada y lenta, lo que está dando lugar a aceituna con muy poco peso. Así lo ha explicado Eduardo Martín, secretario general de la organización, en las redes sociales, con ocasión de la celebración de su 43º Jornada de aceituna de mesa.
Además, detalla que se trata de una campaña «corta en producción», incluso más de lo previsto hace unas semanas. «En campo nos encontramos con que hay menos aceituna de lo esperado y que mucha, incluso, está arrugada, por lo que no sirve para mesa», algo que se debe, sobre todo a la ausencia de lluvias de este mes de septiembre.
Por todo ello, desde la organización prevén que la producción se sitúe en 495.000 toneladas, un 7% menos que en 2024, y por debajo del avance del aforo distribuido por la interprofesional, Interaceituna, que sitúa la cosecha prevista en 535.150 toneladas.
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Unas existencias justas
Si se confirman los datos, habida cuenta de que el stock inicial de campaña está en 321.000 toneladas, la disponibilidad total no llega a cubrir las necesidades del mercado. «El balance sería muy ajustado», reconoce Eduardo Martín.
Los precios no bajarán
Esto puede provocar, por un lado, que haya que recurrir a la hojiblanca, tradicionalmente para molino, para cubrir las demandas del mercado y, por otro que los precios de la aceituna de mesa no bajen. De hecho, «si sigue sin llover, podrían subir», aseguran desde la organización.
Entre los principales problemas de la campaña de aceituna de mesa, destacan los altos costes de producción y, sobre todo, la falta de mano de obra. Por ello, el secretario general de Asaja Sevilla ha vuelto a reclamar a las administraciones «que otorguen la flexibilidad necesaria y habiliten la manera de hacerlo» para que, tanto los trabajadores nacionales que cobran algún tipo de subsidio como los extranjeros «puedan incorporarse a trabajar en el campo». Si no, corre el riesgo de que se quede aceituna sin recoger a tiempo.