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Arrozales sevillanos / Agrónoma
Fallo de la UE

Varapalo europeo al sector arrocero sevillano, que está en estado crítico

El Tribunal General de la Unión Europea ha emitido una sentencia en la que consideraba nulos los aranceles impuestos por la Comisión Europea a las importaciones de arroz de de Camboya y Myanmar (Birmania)

23 enero 2023, 07:00

El Tribunal General de la Unión Europea ha emitido una sentencia en la que consideraba nulos los aranceles impuestos por la UE a las importaciones de arroz provenientes de Camboya y Myanmar. El fallo, difundido por el Diario Oficial de la Unión Europea, es la culminación de una denuncia interpuesta por Camboya en 2019, cuando se empezó a aplicar la cláusula de salvaguardia que consiguió dar un respiro al arroz sevillano, y europeo.

Dicha cláusula de salvaguardia quedó sin efecto en enero de 2022, por lo que la sentencia no tiene un efecto «real», pero sí sirve para evidenciar que la decisión europea es muy dañina para los arroceros: si la postura de la UE no cambia, y no se reactivan los aranceles, el sector se verá abocado al desastre.

«Esta sentencia es un mazazo para nosotros, que llevamos encadenando varios años muy complicados», se lamenta Eduardo Vera, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla y representante sectorial del sector español del arroz, por Asaja, en el Copa-Cogeca (entidad que representa la voz unida de los agricultores y de las cooperativas agrarias en la UE).

Intenso trabajo del sector

Cabe recordar que la lucha de los arroceros contra la entrada masiva de arroz de los países asiáticos comenzó hace varios años. Tras mucho trabajo del sector, se empezó a aplicar la cláusula de salvaguardia para el arroz procedente de Camboya y Myanmar en 2019.

En concreto, durante tres años se aplicó un arancel a las importaciones que permitió que el sector europeo recuperase cuota de mercado tras unas campañas muy difíciles: en los años previos, llegaron a entrar casi 400.000 toneladas de arroz asiático (la mitad de la producción española), lo que invadió el mercado y provocó el hundimiento de precios del arroz europeo.

Los arrozales de Isla Mayor son una de las principales zonas de producción de arroz / Raúl Doblado

Decisión de la Comisión Europea

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los agricultores, el 2022 la cláusula quedó sin efecto y no se renovó. «Pocos meses después, el Parlamento Europeo aprobó, por mayoría, la aplicación de la cláusula de salvaguardia automática para las importaciones de Camboya y Mynmar», relata Eduardo Vera. No obstante, las buenas noticias que hacían presagiar que los aranceles se reactivarían ‘pronto’ se acabaron en noviembre, cuando la Comisión Europea anuló la decisión del Parlamento y acabó con las esperanzas del sector arrocero.

Defecto de forma

«La Comisión Europea alega un defecto de forma. Es decir, nuestra petición es lícita, pero la vía empleada no es correcta», se lamenta el director gerente de la Federación de Arroceros, que acusa a las autoridades europeas de fijarse más «en la forma que en las peticiones de los agricultores».

No obstante, el sector no se rinde, y ya ha presentado otra petición para que se vuelva a instaurar una cláusula de salvaguardia, pero le temen a los dilatados plazos de la UE. «Si la sentencia del Tribunal Europeo se refiere a una denuncia de 2019, ¿cuánto tendremos que esperar para que la UEreactive los aranceles al arroz procedente de Camboya y Myanmar?», se lamenta Eduardo Vera.

«Europa es un continente deficitario en arroz, no nos oponemos a que entre arroz de fuera, lo único que pedimos es que se abastezca a los mercados primero con el grano comunitario, y que se exija a los arroces importados los mismos requisitos en cuanto a calidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental que nos imponen a nosotros», reclama el representante de los arroceros.

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Arrozales sevillanos / Nieves Sanz

Un contexto difícil

La decisión de la justicia europea llega en un momento crítico para los arroceros sevillanos, que han dejado atrás una «pésima» cosecha, con un 30% de las 27.000 hectáreas disponibles. El año anterior tampoco fue bueno por la sequía (solo se sembró la mitad de superficie), y los dos anteriores tampoco, debido a la salinidad de las aguas del Guadalquivir.
«Los países productores europeos, que también están sufriendo la sequía, han sembrado en la última década un 15% menos de superficie de arroz, un dato que evidencia la crisis del sector», detalla Vera.

En este contexto, miran con preocupación las noticias europeas ya que lo previsible es que se vuelvan a subir las importaciones de arroz asiático en los próximos años, por lo que piden a la Unión Europea «celeridad» para reactivar la cláusula de salvaguardia, el único mecanismo eficaz que podría dar un respiro a un sector ya muy castigado por la falta de agua, la subida de los costes y la escasez de productos fitosanitarios autorizados.

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