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Tomate Amela / La Palma
Nuevos productos

El tomate más valorado en Japón se cultiva en Granada

Cooperativa La Palma produce Amela, un tomate con alto grado de dulzor que ha cautivado a los jurados gastronómicos más exigentes y al público gourmet asiático y europeo

31/10/2022 a las 07:01

Con un alto nivel de dulzura, gracias a sus grados brix, buena tersura y una ligera acidez, su sabor recuerda a fruta fresca y es uno de los tomates más sofisticados de Japón. No en vano, su precio oscila en torno a los 18 euros/kg en origen, y en tiendas puede llegar a superar los 30 euros.

Este auténtico tomate «gourmet» se llama Amela (que significa dulzor en un dialecto japonés) y ha conquistado el mercado japonés desde un rincón de la costa de Granada. En concreto, desde Carchuna, donde la Cooperativa La Palma es todo un referente en producción y exportación de hortalizas.

La producción de Amela comenzó en Japón hace casi 25 años, tras muchos experimentos para conseguir el sabor «perfecto». Sus creadores decidieron buscar una alianza con productores españoles para cultivarlo aquí, y así aprovechar las bondades del clima mediterráneo.

Así surgió el acuerdo con Cooperativa La Palma, que es desde hace varios años, encargada de producir y comercializar este tomate que bebe de la tradición asiática y que se ha convertido en un éxito por «su extraordinaria dulzura, aromas y matices», según destaca el presidente de la cooperativa, Pedro Ruiz.

Tomate Amela / La Palma

Varios galardones

Los esfuerzos y la apuesta por la innovación de la cooperativa granadina han dado sus frutos. No en vano, Amela ganó, entre otros, el premio «Fruit Logística Innovation Gold Award 2022» por los «atributos sensoriales únicos y el arduo trabajo que hay detrás de esta pieza única».

«Este premio tan prestigioso representa un reconocimiento a la calidad, y el intercambio de conocimiento para innovar y abrir nuevos caminos a la agricultura», asegura Ruiz, presidente de la cooperativa granadina. La entidad tiene 700 agricultores y cultiva, además del resto de hortalizas, otras variedades de tomate como el Adora.

En el cultivo de Amela, detallan desde La Palma, se sacrifica el tamaño de la cosecha «en favor del sabor y la excelencia». De hecho, tan solo cultivan dos hectáreas, con previsión de ampliar a otras dos por la alta demanda que Amela está teniendo en países como Suiza, Alemania e, incluso, Estados Unidos y Oriente Medio.

Cada planta produce, aproximadamente, medio kilo de tomate, de ahí que sus costes fijos sean muy altos y, por ende, su precio al llegar al consumidor sea, también, elevado.

Un éxito

No obstante, esto no está siendo un impedimento para su éxito en el país asiático y en el mercado gourmet europeo. A pesar de que, desde la Cooperativa La Palma, aseguran que «no es un tomate para todos los días», sí es cierto que es muy apreciado para los que buscan el buen sabor y pueden pagarlo, incluso restaurantes.

Después del gran triunfo que ha supuesto la producción de Amela, la Cooperativa La Palma sigue trabajando en innovación y adaptación tecnológica, testando todas sus variedades y apostando por nuevos productos. Los mini vegetales, la berenjena japonesa y las frutas subtropicales como el aguacate y el mango, forman parte de su catálogo de productos, que alcanza las 70.000 toneladas de producción anuales.

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