Un estreno a lo grande, con cientos de curiosos en la puerta, alfombra rosa, limousine, flashes, cámara y acción. Así fue la presentación del documental rodado sobre la vida y obra de Belén Esteban, que es una mezcla de «Hormigas Blancas» o «biopic» con comentarios de la propia protagonista, quien analiza sus vídeos al igual que hacen otras voces, como las de unos expertos en comunicación, un sociólogo, una política y algún tertuliano de televisión. Noches como ésta son las que a una le dan que pensar luego en la cama.
efe
Belén no es actriz, ni cantante, ni siquiera intenta serlo. Es fruto -su irrupción pública, su fama inicial- de un amor roto con el torero más mediático de finales de los años noventa, madre de una niña (de ese torero) de la que toda España sabe cómo y cuánto le cuesta comer el pollo e hija de un matrimonio de clase trabajadora que siempre ha vivido en el barrio de San Blas. El fenómeno Belén Esteban y por qué arrastra audiencias, crea adeptos y hasta sale muy favorecida en las encuestas sobre qué pasaría si entrara en política es justamente lo que se analiza o disecciona en este documental que ha realizado la productora «La fábrica de la tele», la misma para la que actualmente trabaja en Telecinco.
Sólo recordar cómo fue su llegada al cine Palafox la noche del estreno da muestra de lo que supone esta mujer. Llegó en una limousine negra, con su marido del brazo y con un moño a lo Audrey Hepburn. Nada más bajar del coche y con la cámara enfocando un primer plano, Belén resopló para dentro. Su cara estaba entre el susto y la emoción. Cerca andaba su esposo, Fran, el camarero, que eligió una corbata nacarada en rosa, no sé si la misma que llevó en su boda. Consciente de que la protagonista era su mujer, en cuanto pudo se salió del plano de los reporteros y se fue con la familia que esperaba dentro.
Alucinada por las pasiones que levanta y emocionada en muchos momentos de la proyección, la Esteban se dio su baño de masas para explicar lo inexplicable. El gancho de esta mujer es inaudito pero real como la vida misma. En otro orden muy distante de cosas, también emocionadas con el premio Fedepe dedicado a las mujeres empresarias del año estuvieron esta semana en el acto de entrega Carola Morales y Elena Martín, propietarias de la firma Flamenco, que, tacita a tacita, han hecho todo un imperio con sus originales diseños donde reina el colorido, los bordados, las flores y la alegría en general. Con muchos proyectos para esta temporada y nuevas tiendas en los próximos meses, las dueñas de Flamenco son ya un referente en la industria de la moda y un ejemplo a seguir para muchas otras mujeres con gusto, talento y ganas de emprender retos.
Sólo recordar cómo fue su llegada al cine Palafox la noche del estreno da muestra de lo que supone esta mujer. Llegó en una limousine negra, con su marido del brazo y con un moño a lo Audrey Hepburn. Nada más bajar del coche y con la cámara enfocando un primer plano, Belén resopló para dentro. Su cara estaba entre el susto y la emoción. Cerca andaba su esposo, Fran, el camarero, que eligió una corbata nacarada en rosa, no sé si la misma que llevó en su boda. Consciente de que la protagonista era su mujer, en cuanto pudo se salió del plano de los reporteros y se fue con la familia que esperaba dentro.
Alucinada por las pasiones que levanta y emocionada en muchos momentos de la proyección, la Esteban se dio su baño de masas para explicar lo inexplicable. El gancho de esta mujer es inaudito pero real como la vida misma. En otro orden muy distante de cosas, también emocionadas con el premio Fedepe dedicado a las mujeres empresarias del año estuvieron esta semana en el acto de entrega Carola Morales y Elena Martín, propietarias de la firma Flamenco, que, tacita a tacita, han hecho todo un imperio con sus originales diseños donde reina el colorido, los bordados, las flores y la alegría en general. Con muchos proyectos para esta temporada y nuevas tiendas en los próximos meses, las dueñas de Flamenco son ya un referente en la industria de la moda y un ejemplo a seguir para muchas otras mujeres con gusto, talento y ganas de emprender retos.









